Abe fue trasladado de urgencia hasta un centro asistencial tras el ataque.
AFP
El
Gobierno de Japón informó este viernes que se
"desconoce el estado de salud" del ex primer ministro del país,
Shinzo Abe, quien fue
baleado durante un acto electoral celebrado en la ciudad de Nara.
El ex líder del país nipón recibió al menos un disparo mientras realizaba un discurso en las cercanías de una estación de tren, por lo que fue trasladado de urgencia vía aérea hasta un centro asistencial.
Makoto Morimoto, funcionario del departamento de bomberos local, dijo que Abe había sufrido un paro cardiorrespiratorio tras recibir el impacto, lo que significa que no respiraba y que su corazón se detuvo mientras era trasladado en helicóptero a un hospital de la prefectura.
No obstante, no se han revelado mayores antecedentes de la condición actual del ex primer ministro.
En tanto, el secretario general de gabinete, Hirokazu Matsuno, comunicó a los medios locales que la policía ya había detenido a un sospechoso en el lugar de los hechos.
El hombre fue capturado segundos después del incidente y fue puesto a disposición de la justicia.
"No se puede perdonar esta barbarie, independientemente de la razón que tenga la persona, por lo que lo condenamos tajantemente y vamos a hacer lo posible para ayudar", afirmó Matsuno.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, canceló su agenda electoral y se encuentra de camino a Tokio donde se espera que atienda a la prensa.
Mientras que la ex ministra nipona de Interior y Comunicaciones, Sanae Takaichi, también condenó el ataque y dijo que espera que Abe esté vivo y que "no perdona el terrorismo político".
Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Tokio, Rahm Emanuel, lamentó el atentado. "Estamos tristes y conmocionados por el tiroteo del ex primer ministro. Abe ha sido un destacado líder para Japón y un inquebrantable aliado de Estados Unidos", sostuvo.
El ataque conmocionó a un país que es considerado uno de los más seguros del mundo y que tiene algunas de las leyes de control de armas más estrictas a nivel global.
Abe, de 67 años, renunció como primer ministro en 2020 porque, según dijo, había reaparecido un problema de salud crónico. Abe padece colitis ulcerosa desde la adolescencia y ha dicho que la enfermedad se controlaba con tratamiento.
En su momento dijo a los periodistas que era "desgarrador" dejar muchos de sus objetivos sin cumplir. Habló de su fracaso a la hora de resolver la cuestión de los japoneses secuestrados hace años por Corea del Norte, una disputa territorial con Rusia y una revisión de la Constitución japonesa que renuncia a la guerra.
