Ignacio Walker, Mariano Fernández y Heraldo Muñoz.
Archivo, El Mercurio
Tabaré Vázquez presidió en dos períodos Uruguay. El primero fue entre 2005 y 2010, y el último entre el 2015 y 2020. En esas etapas le tocó compartir gobierno con
Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Píñera en Chile.
Y también con ex cancilleres nacionales. Uno de ellos es
Ignacio Walker, quien fue ministro de Relaciones Exteriores en el gobierno de Lagos.
"Asistimos con el presidente Lagos a su inauguración como Presidente de la República. Fue una fiestas cívica y popular.
El Frente Amplio que él lideraba logró conciliar el crecimiento y la libertad económica, sin complejos izquierdistas, con la democracia y la equidad social, muy similar a la experiencia de la Concertación en Chile", recuerda, quien ejerciera el cargo entre septiembre de 2004 y marzo del 2006.
"Las relaciones del Frente Amplio con los gobiernos de la Concertación de Lagos y Bachelet fue óptima", agregó el ex ministro.
Por su parte,
Mariano Fernández acompañó a la Presidenta Bachelet en la Cancillería su primer Gobierno, entre marzo del 2009 y mismo mes del 2010.
"El periodo de su Gobierno fue muy positivo en las relaciones con Chile. Incluso en el caso que me tocó a mi mas de cerca con la Presidenta Bachelet, había una amistad muy cercana entre ellos. Lo que es muy importante es que mostró que en Uruguay había alternativas mas conservadoras y progresistas que podían sostener la democracia tras las dictaduras que tuvieron".
Agregó que "tengo una opinión muy positiva.
Humanamente era una persona considerada, sencilla, y muy agradable en el trato. Ejercía su cargo en plenitud, pero con mucha sencillez, sentido del diálogo, conversación amable, lo que muchos decimos con mucho sentido de la amistad cívica".
Y ya en el segundo mandato de Bachelet,
Heraldo Muñoz fue su canciller (entre 2014 y 2018).
"Tengo los mejores recuerdos de Tabaré. Siempre cercano, como canciller me correspondió gestionar diversas iniciativas bilaterales con él y su canciller Rodolfo Nin. Me recibía en su despacho presidencial con gran afecto pues nos conocíamos de múltiples reuniones académicas", recuerda.
El presidente del PPD añade que
"me impresionaba su sencillez y escasa pretensión por el máximo cargo que ocupaba en su país. Era un fuerte enemigo del tabaquismo, implantó medidas estrictas contra el cigarrillo y tuvo fuertes controversias con las compañías tabacaleras, pero les ganó —como a Philip Morris. La ironía es que falleció de cáncer al pulmón, quizás como fumador pasivo —como solía decir—o por causas hereditarias".