SANTIAGO.- Por más de 30 años, el reconocido productor Harvey Weinstein cometió abusos contra mujeres de Hollywood. El caso fue desvelado a comienzos de octubre por The New York Times, que afirmaba que ocho mujeres decían haber sido acosadas sexualmente por el poderoso hombre de la industria cinematográfica estadounidense.
Sin embargo, con el paso de los días, el caso comenzó a crecer cual bola de nieve y las víctimas de Weinstein pasaron de ser ocho a más de 20, entre ellas varias famosas como Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Rose McGowan, Rosanna Arquette e incluso Lena Headey, quien interpreta a Cerse Lannister en la popular serie "Game of Thrones".
Ante la gran cantidad de denuncias, la actriz Alyssa Milano, compañera de McGowan en la serie "Charmed", lanzó esta semana la campaña #MeToo (Yo También), que buscaba hacer visible el acoso sexual contra mujeres. El éxito fue rotundo y en pocas horas varios cientos de miles de mujeres de todo el mundo, se atrevieron a usar el hashtag y a contar sus historias en sus cuentas de redes sociales.
La cantante Lady Gaga, Monica Lewinsky -con quien Bill Clinton reconoció haber tenido una "relación inapropiada" cuando era Presidente de EE.UU.- y más actrices, dijeron haber sufrido abusos. En Chile, la cantante Francisca Valenzuela, la periodista Ale Valle y la estrella de YouTube Princesa Alba, también utilizaron la etiqueta.
Y el fenómeno no solo se limitó al mundo del espectáculo. Las gimnastas Tatiana Gutsu (Ucrania) y Mckayla Maroney (EE.UU.) también aseguraron haber sido víctimas. La primera acusó a su compañero de equipo Vitali Scherbo de violarla cuando tenía 15 años y la segunda afirmó que Larry Nassar, médico del equipo estadounidense, abusó de ella durante siete años, desde que tenía tan solo 13.
En la gran mayoría de los casos, la víctimas guardaron su secreto durante varios años, pero alentadas por #MeToo se atrevieron a levantar su voz. ¿A qué se debió esto? ¿Se verá algún cambio de ahora en adelante? La psicóloga Constanza Michelson nos ayuda a aclarar esas y otras interrogantes.
- ¿Qué pasó que ahora las mujeres sí se atreven a denunciar el acoso o los abusos sexuales en su contra?
"Hoy hay una sensibilidad social que ha cambiado, donde se ha empezado a sancionar el abuso y ciertas conductas que tal vez hace algunos años atrás podían ser consideradas como parte normal de las relación entre los hombres y las mujeres, en las relaciones de poder. Donde muchas veces ciertas conductas que quedan como en las zonas grises, podían ser consideradas como ataques histéricos o exageraciones de las mujeres.
En segundo lugar, lo que pasa muchas veces sobre todo con el tema de los abusos, es que si hay un contexto que no avala o que no está dispuesto a hacerse cargo de lo que implica conocer que alguien ha abusado de otra persona (...), se hace muy difícil que alguien que haya sido víctima de un abuso denuncie, porque siente mucha presión, porque de alguna manera va a ser maltratada, se le va a cuestionar... Es una posición súper difícil.
Como hoy día hay un contexto social que favorece a las víctimas, se da pie para que aparezcan todas estas denuncias. Y algunos se preguntarán '¿y por qué no lo hicieron antes?'. Bueno, porque antes no estaba el contexto, no había una disposición social y posiblemente tampoco una disposición dentro de esas organizaciones, a esas denuncias".
-¿Qué papel han jugado las redes sociales en este fenómeno?"Las redes sociales son como una caja de resonancia de lo que está pasando y lo que generan es que haya un cierto poder que se distribuye. Es decir, antes la única manera de denunciar era por las vías legales, se enterara el que se enterara. Hoy día lo que las redes sociales permiten es legitimar muchas más voces, para bien o para mal (...) Se distribuye el poder, entonces alguien que ha sido víctima también tiene una tribuna y un lugar".
- ¿Les ayuda a las víctimas revelar sus experiencias aunque sea a través de las redes sociales?"Yo creo que sí, porque en el fondo te ordena historias. Es muy enloquecedor guardar un secreto así, sentirse abusado y tener que callar, porque te hace negar una parte de ti, una parte de la experiencia. Entonces, decir algo públicamente y que lo social te reconozca, es muy reparador.
- También es reparador saber que decenas de otras mujeres han pasado por lo mismo..."Claro, que no es ella la rara, ni la loca, ni que tuvo la culpa (...) Y eso da pie para que generaciones más jóvenes puedan nombrar ciertas cosas que a veces uno no sabe cómo nombrar (...) La perversión tiene la característica de que en la mayoría de los casos siempre se da de una manera en que la víctima se sienta que es cómplice, que hizo algo, que no está segura de que si denuncia quizá la está embarrando porque el rollo es de ella. La perversión funciona en zonas grises, principalmente. Entonces, empezar a nombrar esas cosas permite que uno diga 'aquí hay una relación de poder, esto es abuso'".
- ¿Y qué pasa con los hombres que también están denunciando a partir del caso Weinstein?
"Cuando los hombres se toman de la voz de las mujeres es nefasto (...) Yo creo que se mezclan temas. El abuso infantil, el abuso de los hombres también existe, y es un fenómeno que hay que tomar también y que tiene que ver con las relaciones de poder de todas maneras. Pero en esta pasada estamos hablando de un fenómeno que es muy frecuente en las mujeres y hay veces que hay que visibilizar un fenómeno en particular.
Hablemos de esto hoy día, y después extendámoslo y hablemos de todas las violencias, de todos los abusos de poder. Pero si hoy día la campaña es esta, yo creo que robarles la voz a las mujeres es un error".
- ¿Habrá algún cambio después del caso Weinstein? ¿Quienes están en posición de poder seguirán cometiendo abusos?"Yo creo que si los hombres ya están domesticados, van a tener más cuidado con ciertas conductas (...) Se van a tomar un montón de precauciones. Ahora, los que van a abusar, yo creo que van a hacerlo igual. Es difícil predecir, pero yo creo que la sociedad siempre va a portar un grupo de gente que va a ir siempre más allá de la ley y más allá del otro... siempre van a haber perversiones.
Ahora, que la cultura cambie,que nuestra sensibilidad cambie y estemos más atentas, posiblemente lleve a que sujetos que estén en la zona gris, que suponían que la mujer era un objeto sexual y por lo tanto el poder los autorizaba a ciertas cosas, se resistan".