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Estupor en Italia por el asesinato de una mujer tras grabar un video pornográfico

El crimen habría sido cometido por un vecino de la joven, quien descuartizó y ocultó el cuerpo e incluso respondía a los mensajes que llegaban al teléfono de la víctima.

30 de Marzo de 2022 | 16:30 | EFE / Editado por N. Ramírez, Emol
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El cuerpo fue hallado por un hombre que paseaba por un campo cerca de la localidad lombarda de Borno.

EFE (Imagen referencial)
En Italia hay consternación ante las circunstancias de la muerte de Carol Maltesi, una joven de 26 años asesinada después de grabar un video pornográfico presuntamente a manos de su vecino, Davide Fontana, quien ocultó su cadáver durante meses e incluso respondía a los mensajes que llegaban al teléfono de la víctima.

Las pesquisas se iniciaron el pasado 20 de marzo cuando un hombre que paseaba por el campo cerca de la localidad lombarda de Borno encontró cuatro sacos abandonados de los que salía una mano, según informan hoy los diarios italianos.

Las bolsas contenían el cuerpo de una mujer despedazado y desfigurado, pero los investigadores decidieron difundir algunos tatuajes que se habían conservado.

El portal de noticias BSNews empezó a recibir mensajes de lectores que aseguraban que los tatuajes coincidían con los de una actriz porno conocida como Charlotte Angie, una joven italo-neerlandesa y madre de un niño de seis años.

Tenían relación "abierta" y vendían videos pornográficos por internet


Mientras la investigación seguía su curso, el vecino de la mujer, Davide Fontana, banquero y bloquero gastronómico, acudió hace unos días a la comisaría de la localidad de Rescaldina para denunciar la desaparición de su amiga. Pero el pasado lunes acabó confesando el crimen.

Explicó que la noche del 10 u 11 de enero se encontraba en casa de la joven para grabar un video pornográfico en el que ella era atada de pies y manos, cuando empezó a golpear con un martillo sus piernas y cabeza y terminó cortando su cuello por razones que asegura desconocer, según recogen los medios.

Luego compró una sierra para seccionar el cadáver y eliminar sus numerosos tatuajes, tras lo cual se hizo con un congelador para conservar el cuerpo hasta deshacerse de él.

Durante dos meses, el supuesto homicida usó su teléfono móvil para pagar el alquiler de su víctima y hasta responder a los mensajes que le llegaban.

Ambos se habían conocido en octubre de 2020 a través de Instagram cuando él vivía en Milán y mantuvieron una relación sentimental "abierta" mientras se dedicaban a vender fotografías y videos pornográficos en una plataforma de internet.