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Alaska, el mal negocio que sigue atormentando a los rusos: El estado ártico recibe a Putin y Trump

Sede de la cumbre entre los líderes de Rusia y EE.UU., la región guarda un pasado soviético que sigue vivo en su cultura, su religión y su historia.

15 de Agosto de 2025 | 07:34 | Agencias / Editado por Vladimir Núñez, Emol
Antes de convertirse en el estado más septentrional de Estados Unidos, Alaska fue durante más de un siglo la única colonia de ultramar del Imperio ruso.

La venta de 1867, por 7,2 millones de dólares, buscaba evitar que el territorio cayera en manos británicas, pero terminó siendo vista por la historiografía rusa como un mal negocio que privó al país de una posición estratégica en el Pacífico Norte.

Más de siglo y medio después, la historia de Alaska sigue tendiendo puentes, y tensiones, entre Washington y el Kremlin.

La elección de Alaska como escenario para la reunión entre Trump y Putin revive no solo su relevancia geopolítica, sino también la memoria de una venta que, de haberse evitado, podría haber cambiado el mapa estratégico de la Guerra Fría y del mundo contemporáneo.

    Alaska como excolonia rusa

  • Cuando el explorador danés Vitus Bering navegó por primera vez por el estrecho que separa Asia de América en 1728, lo hacía en una expedición para la Rusia zarista.
  • El descubrimiento de lo que hoy se conoce como el estrecho de Bering reveló la existencia de Alaska al oeste. Los pueblos indígenas llevaban viviendo allí miles de años.
  • Exploradores en el estrecho de Bering junto al glaciar homónimo. | Wikimedia
  • La expedición de Bering dio inicio a un siglo de caza de focas en Rusia, con la primera colonia establecida en la isla Kodiak, al sur del país.
  • En 1799, el zar Pablo I fundó la compañía ruso-estadounidense para organizar el comercio de pieles.
  • Sobreexplotadas, las poblaciones de focas y nutrias marinas colapsaron, y con ellas las economías de los colonos.
  • Lengua y credo

  • La iglesia ortodoxa, establecida en Alaska desde la fundación de la compañía ruso-estadounidense, sigue siendo uno de los principales legados rusos en el territorio.
  • Más de 35 iglesias históricas, algunas con las cúpulas típicas de la arquitectura ortodoxa, salpican la costa de Alaska, según una asociación que busca protegerlas. Sin embargo, también se destaca la presencia de iglesias luteranas propias de la influencia norteamericana.
  • Primera iglesia luterana de Alaska. | Wikimedia
  • La diócesis ortodoxa del estado afirma ser la más antigua de Norteamérica e incluso cuenta con un seminario en la isla Kodiak.
  • Un dialecto derivado del ruso y mezclado con lenguas indígenas locales sobrevivió durante décadas en diversas comunidades, especialmente cerca de la importante ciudad de Anchorage, hasta que prácticamente desapareció.
  • Pero cerca de los inmensos glaciares de la península de Kenai, aún se enseña ruso.
  • La pequeña escuela rural de una comunidad ortodoxa conocida como "Viejos Creyentes", nacida de un cisma del siglo XVII y establecida allí en la década de 1960, imparte clases de ruso a un centenar de estudiantes.
  • Un mal negocio que sigue atormentando a los rusos

  • La elección de Alaska como sede de la cumbre ruso-estadounidense es un doloroso recuerdo de cómo los zares vendieron en 1867 la península a Estados Unidos a espaldas del pueblo ruso, un mal negocio que podía haber cambiado la historia del siglo XX.
  • Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. | AP
  • "Rusia veía a Estados Unidos como un potencial aliado" y un contrapeso a Inglaterra y Francia, comentó a EFE Alexandr Petrov, historiador ruso y experto en historia estadounidense.
  • A esto se suma que en los 125 años de dominio de Alaska, los españoles llegaron años después, los colonos rusos apenas la habían explorado y las relaciones con los aborígenes eran muy tensas.
  • La única colonia rusa de ultramar

  • El Kremlin vio bien la elección de Alaska como sede de la cumbre, ya que Putin, contra el que pesa una orden de arresto internacional por crímenes de guerra, solamente tendrá que cruzar el estrecho de Bering.
  • A Rusia le trae muchos recuerdos ese territorio similar a Siberia, puesto que simboliza el momento más álgido de su expansión colonial.
  • De hecho, Alaska fue la única colonia propiamente rusa en ultramar.
  • Sin embargo, tras la guerra de Crimea (1853-56) los rusos cayeron en la cuenta de que en caso de guerra con los británicos, que ya habían atacado la península de Kamchatka, no tenían recursos, ni aliados, ni dinero para defender Alaska.
  • EE.UU. intentó por primera vez comprar Alaska en 1854, pero ambos países aplazaron las negociaciones hasta que concluyó la Guerra de Secesión (1865).
  • Washington no tuvo ni siquiera que presionar al zar Alejandro II, ya que la idea fue de su hermano menor, el príncipe Konstantín Nikoláyevich, quien utilizó como argumento que RAK era deficitaria, aunque el motivo real era que la consideraba un monopolio.
  • Fue la primera vez que el imperio ruso cedía un territorio, algo que ahora está prohibido por ley desde la aprobación de la nueva Constitución rusa en 2020.
  • Presidente de Rusia, Vladimir Putin. | EFE
  • Las ansias de evitar que cayera en manos del imperio británico empujaron al zar a optar por el mal menor: su venta el 18 de octubre de 1867 a 4,73 dólares el kilómetro cuadrado, lo que incluía también inmuebles y archivos coloniales.
  • Petrov cree que el precio acordado, 7,2 millones de dólares (más de 150 millones al cambio actual) o más de 16 millones de rublos, fue "insignificante", ya que la construcción de la catedral de San Isaac en San Petersburgo costó entonces unos 9 millones de rublos.
  • El pueblo ni se enteró, aunque el diario "Golos" (Voz) tachó en abril de 1868 de "vergüenza" la venta "a precio casi regalado" de Alaska, que también fue criticada por el mismísimo Karl Marx.
  • En su mayoría, el dinero fue utilizado para el tendido de la vía férrea entre el norte y el sur del país, en particular entre Moscú y la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014 y que había pertenecido a Ucrania desde 1954.
  • La historia que pudo ser y no fue

  • A los historiadores rusos les gusta especular con lo que hubiera pasado si Alaska hubiera sido territorio ruso hasta hoy en día. ¿Qué hubiera ocurrido si durante la Guerra Fría la Unión Soviética hubiera podido desplegar armas nucleares en Alaska?
  • Otros rebaten que hubiera corrido la misma suerte que otros territorios del Lejano Oriente ruso, es decir, zonas atrasadas, llenas de bases militares donde las corporaciones estatales explotan sus ingentes recursos naturales al margen de la población indígena.
  • Alaska también podía haberse convertido en una especie de Taiwán, ya que en la península se podían haber refugiado los blancos durante la Guerra Civil con los bolcheviques.
  • Una alternativa real a la venta de Alaska hubiera sido su arrendamiento a EE.UU., algo que el líder soviético, Vladímir Lenin, propuso a Washington en el caso de Kamchatka por un plazo de 60 años, pero la oferta fue rechazada por Washington, que no quiso reconocer a los bolcheviques.