MIAMI.— No es la primera vez que los cocodrilos atacan a una serpiente pitón en el Parque Nacional de los Everglades de la Florida. Pero cuando un poderoso reptil de 1,8 metros de longitud se abalanzó sobre la pitón de 3,9 metros, el resultado final fue impactante.
Al parecer, la serpiente trató de tragarse al cocodrilo por completo, pero pagó cara su osadía, o quizás su gula, porque su cuerpo no pudo contener a su víctima y explotó. El cocodrilo también murió.
La semana pasada, un investigador de la vida salvaje encontró los restos de la pitón, con las patas traseras del cocodrilo sobresaliendo de su parte media y su estómago rodeando aún la cabeza, hombros y patas delanteras del reptil.
El incidente ha puesto en estado e alerta a los biólogos ante los riegos generados por la presencia de las pitones birmanas en los Everglades.
"Ciertamente, si pueden matar a un cocodrilo pueden matar a otras especies", dijo Frank Mazzotti, profesor de vida salvaje de la Universidad de la Florida, quien está preocupado porque la concentración de las pitones birmanas en los Everglades pueda poner en peligro un proyecto de restauración por monto de 8.000 millones de dólares y amenazar a otras especies.
Esas serpientes de origen asiático han florecido en el cálido clima de la región y cada vez enfrentan con más frecuencia a los cocodrilos, siendo documentados cuatro incidentes en los últimos tres años.
Los cocodrilos han tenido que compartir su territorio con las pitones, cuyo número se ha incrementado en los últimos 20 años, debido a que los dueños de las serpientes muchas veces deciden abandonarlas en los Everglades, la zona pantanosa de Florida.
"Posiblemente eran del mismo tamaño. Si el pitón agarra bien al cocodrilo antes de que éste lo haga, entonces le puede ganar", dijo Mazzotti sobre el más reciente combate entre las dos especies.
Sin embargo, el cocodrilo, aunque perdió la vida, dio batalla hasta el final. Mazzotti piensa que podría haber arañado el estómago de la serpiente mientras esta trataba de digerirlo, causando su explosión.
"Nada en los Everglades está a salvo de las pitones, un depredador de alto nivel", dijo.
