RANGUN.- Las fuerzas de seguridad birmanas llevaron a cabo decenas de nuevos arrestos anoche en Rangún tras haber reprimido duramente la semana pasada el movimiento de protesta popular, indicaron este jueves habitantes de la ciudad.
Como en noches anteriores, las fuerzas de seguridad rastrearon durante las horas del toque de queda algunos barrios de la principal ciudad birmana, como el sector de la pagoda Shwedagon, donde empezaron las manifestaciones encabezadas por los monjes budistas, añadieron las mismas fuentes, que pidieron el anonimato.
Las fuerzas de seguridad parecen disponer de listas de sospechosos, fotografiados o filmados durante las grandes manifestaciones de los días 24 y 25 de septiembre, y proceden sistemáticamente a esos arrestos "selectivos" en Rangún.
"Numerosas personas fueron detenidas en la noche (del miércoles al jueves), pero es imposible decir con precisión cuántas", declaró a la AFP un habitante de Rangún al añadir que ciertos tenderos de puestos ambulantes en los alrededores de la pagoda Shwedagon ya no se ven.
Las autoridades ponen en libertad con cuentagotas y tras haberlas interrogado a las personas detenidas la semana pasada. Sin embargo, muchos de los monasterios de Rangún parecen estar desiertos y numerosos bonzos desaparecieron.
Según diplomáticos occidentales, el ejército habría detenido a miles de personas, mientras que el número de los muertos durante la represión de los días 26 y 27 de septiembre sería mucho mayor que los 13 admitidos por fuentes oficiales y oficiosas birmanas.
