DHARAMSALA, India.- El Dalai Lama aseguró el martes que la ola de violencia que sacudió a Tíbet escapa a su control y amenazó con renunciar a su función de jefe espiritual del budismo tibetano si la situación continúa degradándose.
"Si las cosas escapan a todo control, la opción es renunciar", declaró el Dalai Lama durante una entrevista con periodistas en Dharamsala (norte de India), donde vive exiliado desde 1959.
"Este movimiento escapa a nuestro control", insistió el jefe espiritual tibetano, asegurando que no está en posición de decir a los tibetanos que viven bajo el régimen chino que "hagan esto o aquello".
China afirmó el martes tener "las pruebas" de que las revueltas en Lhasa la semana pasada fueron "fomentadas y organizadas por la pandilla del Dalai Lama", llamándolo de nuevo a renunciar a la independencia de Tíbet.
"Tenemos las pruebas, y los hechos demostraron que estos incidentes fueron fomentados y organizados por la pandilla del Dalai Lama", afirmó el primer ministro chino Wen Jiabao, sin más precisiones.
En una señal aparente de apertura, el líder tibetano invitó a las autoridades chinas a reunirse con él para investigar estas acusaciones."Vengan, por favor, investiguen los hechos. Los chinos pueden venir e inspeccionarlo todo", agregó el líder religioso.
El Dalai Lama, de 72 años, llamó a tibetanos y chinos a vivir "lado a lado" y reiteró que no pone en la agenda de eventuales discusiones con China la reivindicación de la independencia del Tíbet.
"No cometan actos de violencia, está mal. La violencia es contraria a la naturaleza humana. La violencia es casi un suicidio. Incluso si un millar de tibetanos sacrifican sus vida, no servirá para nada", declaró.
"Si se calman la pasiones por ambos lados, podremos trabajar", añadió.
El Dalai Lama renunció a reivindicar la independencia de Tíbet y adoptó una visión, calificada de "vía intermedia", que consiste en reclamar una simple autonomía cultural para su país.
Las revueltas antichinas en Tíbet dejaron 13 muertos según las autoridades de china y 100, incluso cientos, según el gobierno tibetano en el exilio.