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Hermano de jefe de las FARC dice estar dispuesto a pedirle la paz

Por su parte, tras calificarse de marxistas-leninistas-bolivarianos, los jefes guerrilleros afirmaron que abandonar la lucha armada es una concesión inadmisible para un revolucionario.

21 de Julio de 2008 | 15:02 | DPA

BOGOTÁ.- El político izquierdista colombiano Roberto Sáenz, hermano del máximo jefe de la guerrilla de las FARC, Guillermo Sáenz, alias "Alfonso Cano", dijo hoy que está dispuesto a restablecer un contacto con éste en busca de la liberación de rehenes y el inicio de un proceso de paz.


El concejal de Bogotá por el partido Polo Democrático Alternativo ha señalado que hace muchos años no habla con su hermano, quien fue escogido como jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras la muerte del legendario "Manuel Marulanda Vélez".


Sáenz dijo al canal de televisión Caracol que está dispuesto a vencer el temor e ir a la selva en busca de su hermano y los demás jefes rebeldes, pero sólo si cuenta con al aval del presidente Álvaro Uribe


."Sin duda alguna (que lo buscaría), yo creo que todos los colombianos estamos dispuestos a hacer el esfuerzo que sea necesario para encontrar el camino de la paz, pero lo haría solamente sobre la base de que sea una decisión institucional", dijo.


"Invito a 'Alfonso', a todos los miembros del 'secretariado' (cúpula de las FARC), a que hagan, sobre todo, un alarde de formación política y de sintonía con el país y el mundo, que entremos en un proceso de conversaciones, que lo requerimos urgentemente", agregó.


Dos ideólogos de las FARC afirmaron que el grupo rebelde no está dispuesto a entregar las armas y seguirá luchando con ideales comunistas y contra el "imperialismo", según una carta que se conoció hoy.


El pronunciamiento fue hecho por Rodrigo Granda y Jesús Santrich en un mensaje a sus "hermanos de lucha" publicado por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP), que habitualmente da espacio a informaciones y comunicados del grupo guerrillero.


Según ABP, Granda y Santrich escribieron la carta a raíz de un debate generado el mes pasado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien pidió a las FARC liberar a los rehenes y dijo que en los tiempos actuales ya no tiene justificación la existencia de los grupos guerrilleros.


Sin embargo, los jefes rebeldes señalaron que los miembros del grupo armado son "luchadores con principios" y "comunistas convencidos" que asumen "con orgullo y persuasión absoluta el combate por la liberación y la justicia social".


"No deshonraremos el altar sagrado de nuestros muertos, no seremos indignos de su sangre que se derramó para que se mantenga la esperanza, no rebajaremos el sacrificio de Bolívar ni el de Martí, como el de ninguno de nuestros próceres de la independencia y la libertad", afirmaron Granda y Santrich.


"No seremos nosotros, no y mil veces no quienes bajemos las armas de Marulanda, las armas del pueblo, que se han levantado por la emancipación", señalaron al recordar al fundador y líder histórico de las FARC, que murió en marzo pasado.


Tras calificarse de marxistas-leninistas-bolivarianos, los jefes guerrilleros afirmaron que abandonar la lucha armada es una concesión inadmisible para un revolucionario.


"No hay más que decir con Lenin que 'sólo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definitivamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país, serán imposibles las guerras", añadieron.


"El colombiano, pueblo al que pertenecemos como pueblo en armas, siempre nos ha brindado la luz y la esperanza que alimenta nuestras convicciones, así que, como lo indica el Libertador, ha (sic) nada hemos de temer si el pueblo nos ama, y como siempre y ahora más que nunca, si en esta hora la América necesita del pueblo en armas para luchar contra el imperio, sin duda estará en los fusiles de las FARC el combate por el continente todo hasta las últimas consecuencias", concluyeron.


La carta, cuya fecha de redacción no es citada por ABP, se conoció un día después de que cerca de 10 millones de colombianos marcharon en todo el país para exigir la libertad de las personas secuestradas y el inicio de un proceso de paz que termine con cuatro décadas de conflicto armado interno.


Granda es conocido como el "canciller" de las FARC y fue excarcelado hace un año por el gobierno colombiano a solicitud del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien buscaba con ello un acercamiento con el grupo guerrillero para la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.


La política fue rescatada por el Ejército colombiano junto con otros 14 rehenes el pasado 2 de julio.