BOGOTÁ.- Los colombianos recibieron hoy con horror la confirmación de que un bebé que había sido secuestrado por orden de su propio padre fue encontrado muerto en una zona rural a unos 30 kilómetros de Bogotá, en un caso que mantuvo en vilo al país en los últimos días.
El secuestro de Luis Santiago Lozano, de 11 meses, ocurrió el pasado 24 de septiembre en la población de Chía y ocupó desde entonces un espacio importante en la prensa por las súplicas de su madre para que le devolvieran a su hijo.
Varias personas entraron ese día a la casa de la mujer y, tras golpearla, se llevaron al bebé.
Después se conoció que el instigador del secuestro fue el padre del niño, Orlando Pelayo, quien fue capturado y confesó que actuó en complicidad con una ex novia y que pagó 500.000 pesos (unos 228 dólares) para hacerlo "desaparecer".
La mujer implicada en el secuestro fue capturada y estuvo a punto de ser linchada. El hombre, que había aparecido en televisión pidiendo a los secuestradores que le entregaran a su hijo, confesó a las autoridades que planeó la "desaparición" del bebé porque no quería aportar dinero para su subsistencia.
El cuerpo del niño finalmente apareció hoy con huellas de asfixia en un sector rural de Chía, a corta distancia del lugar donde fue raptado.
La noticia causó una conmoción nacional sin antecedentes. La televisión transmitió en directo desde el lugar de los hechos, mientras que numerosas personas llamaron indignadas a estaciones de radio para pedir a las autoridades que tomen medidas para que casos como éste no se repitan.
Asimismo, varios psicólogos fueron entrevistados para que dieran recomendaciones sobre la forma en que se debe explicar la noticia a los niños que pregunten por qué un padre puede matar a su hijo.
La situación llevó al Presidente Álvaro Uribe a reunirse con miembros de la bancada oficialista en el Congreso para hablar sobre una reforma que plantea el establecimiento de la cadena perpetua para el secuestro de menores de edad.
Tras la reunión, el presidente de la Cámara de Representantes, Germán Varón, dijo que se convocará a una reunión de partidos para impulsar el proyecto de ley.
Uribe, que interrumpió sus actividades para hacer un pronunciamiento sobre la muerte del pequeño, pidió a los colombianos que denuncien todos los casos que conozcan de maltrato a los niños.
De igual forma, dijo que en el país no existe una tradición de pena de muerte o cadena perpetua y consideró que lo que hay que hacer es aplicar el código penal con todo su rigor.
El fiscal general, Mario Iguarán, dijo que el caso es "abominable" y fue cometido por unas "hienas", tras advertir que las autoridades continuarán tras la pista de otros presuntos cómplices.
"Que se notifiquen (los responsables) que no habrá ningún tipo de rebaja. Pediremos la máxima condena, de 60 años de prisión", afirmó Iguarán, visiblemente conmovido.
Iguarán dijo que el país debe movilizarse para apoyar en un referéndum la cadena perpetua para los culpables del asesinato, reclutamiento, violación y secuestro de menores de edad.
La muerte del bebé también fue repudiada por las Naciones Unidas, que en un pronunciamiento de una de sus representantes en Colombia, Antonella Scolamiero, señaló que lo ocurrido debe producir la "reflexión del país".
"Una muerte de un niño vale como cien muertes. Tenemos que lograr que se puedan prevenir estas situaciones", dijo Scolamiero.