CIUDAD DE MÉXICO.- Una recién nacida rescatada el jueves del ataúd donde estaba siendo velada, cuando sus familiares se dieron cuenta que estaba con vida, murió hoy en un hospital de Pachuca, 150 kilómetros al norte de Ciudad de México.
La bebé, que había sido declarada muerta por una doctora de un hospital público, falleció tras intentos infructuosos en el Hospital General de Pachuca, capital del estado de Hidalgo, por salvarle la vida, indicaron fuentes oficiales.
Nacida prematura con 24 semanas de gestación, la bebe pasó varias horas en la morgue, dentro de un frigorífico, después de que fue declarada muerta y luego otras horas más con escaso oxígeno, dentro de un ataúd.
Precisamente cuando estaba siendo velada, el ataúd se movió y los familiares que asistían a los funerales se dieron cuenta de que aún estaba viva, llevándola de inmediato a un hospital.
La bebé, que nació con sólo 600 gramos de peso y 22 centímetros de estatura, tenía los pulmones inmaduros y estuvo conectada a un respirador artificial.
La Procuraduría de Justicia de Hidalgo citó a la doctora Jenny Heredia, que declaró muerta a la niña, y a otros cuatro trabajadores del hospital, quienes podrían ser acusados de negligencia médica.
