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Santiago: Domingo 14 de diciembre del 2025 | Actualizado 13:48
NAIROBI.- Ruanda amenazó a la ONU con retirar sus tropas de las misiones de paz internacionales si el organismo sigue adelante con la publicación de un informe que documenta las atrocidades cometidas por el ejército ruandés en la República Democrática del Congo (RDC) en la década de los noventa.
"La publicación o filtración a los medios (del informe) nos obligará a retirarnos de los diferentes compromisos que Ruanda mantiene con Naciones Unidas, especialmente en el área de las misiones de paz", afirmó la ministra de Exteriores, Louise Mushikiwabo, en una carta dirigida a la ONU.
En la actualidad, Ruanda tiene tropas en misiones internacionales de paz en la región sudanesa de Darfur, Sur de Sudán, Liberia y Haití.
La reacción del gobierno africano se produce días después que se filtrara a los medios el borrador de un informe de la ONU, en el que se establece que el ejército ruandés podría ser acusado de genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad por actos cometidos durante su intervención en diferentes conflictos de la RDC, entre marzo de 1993 y junio de 2003.
En la carta de la ministra de Exteriores de Ruanda, dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y fechada el pasado 3 de agosto, Mushikiwabo admite la "extrema seriedad" de los alegatos contra el gobierno del país centro africano, pero señala que "está claro que la metodología y las fuentes de información (...) para llegar ellas no son serias”.
"Creemos que es absurdo que la ONU, que deliberadamente dio la espalda al pueblo ruandés durante el genocidio de 1994, acuse al ejército que detuvo ese genocidio de cometer atrocidades en la RDC", continúa la misiva.
La ministra añadió que "los ruandeses sabemos una o dos cosas sobre genocidio y crímenes de guerra, habiendo perdido un millón de nuestros ciudadanos en el transcurso de cien días".
En 1994 y en poco más de tres meses, entre 800 mil y un millón de ruandeses, principalmente miembros de la etnia tutsi pero también hutus moderados, fueron asesinadas por milicias y soldados hutus.
El Frente Patriótico Ruandés del actual Presidente Paul Kagame detuvo el genocidio en junio de aquel año y posteriormente inició una campaña militar en la vecina RDC para perseguir a extremistas hutus involucrados en el genocidio.
Finalmente Mushikiwabo cita el propio informe de la ONU y dice que "acusar a Ruanda de un crimen comparable al genocidio de los hutus de 1994 sin 'investigaciones en profundidad o sin reunir pruebas que puedan ser admitidas en un juzgado' es increíblemente irresponsable".
