WASHINGTON.— Días después de un agotador y a veces decepcionante viaje a Asia, el presidente Barack Obama voló hacia Europa el jueves para asegurar a sus aliados trasatlánticos que Estados Unidos que no les está ignorando.
Obama salió con destino a Lisboa, Portugal, poco antes de la medianoche desde la base aérea Andrews, en Maryland. Sus dos días de diplomacia en Portugal quedarán ocupados por dos cumbres: una de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y otra conjunta entre Estados Unidos y la Unión Europea.
Pero es la agenda de Obama, desde el futuro de la guerra de Afganistán a las disputas por comercio y temas monetarios, que centrarán la atención internacional en un momento en que el mandatario ha perdido fuerza en su país. Obama se ha visto afectado por los malos resultados de su partido en las elecciones de noviembre y ha sido rechazado en varias propuestas por líderes extranjeros.
Durante su gira por Asia la semana pasada, el mandatario no logró sellar un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur y no pudo acumular suficiente apoyo internacional en su campaña de oposición a la manipulación monetaria de China.
Lo que Obama hizo en Asia es dejar claro que la región en auge económico es de cada vez mayor importancia estratégica para Estados Unidos.
“Hay cierta decepción en el sentido de cuanta atención (Obama) le está prestando a Europa. Y quizás se cree que ha estado más enfocado en Asia, más enfocado en otras zonas problemáticas, y que realmente el interés en Europa es sobre cuántos entrenadores y efectivos la región puede ofrecer para Afganistán”, dijo Stephen Flanagan, un ex funcionario del Departamento de Estado que es vicepresidente del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos.
Ese temor aumentó este año cuando funcionarios de la Unión Europea fueron forzados a cancelar una cumbre con Estados Unidos planeada en Madrid en mayo después de que la Casa Blanca dijera que Obama no podía acudir.
Tanto funcionarios estadounidenses como europeos dicen que la administración ha trabajado duro desde entonces para superar obstáculos con Europa, una zona donde Obama es aún popular.
“Somos los socios más cercanos de cada uno. Ni Europa ni Estados Unidos pueden enfrentar los desafíos de nuestro tiempo el uno sin el otro”, Obama escribió en una editorial del diario The New York Times publicada el jueves.
La Casa Blanca ha destacado que el viaje de Obama a Portugal será su octavo viaje al continente desde que llegó al poder, aunque muchas de esas paradas fueron suficientemente largas para que el presidente justo pasara la noche. Dos visitas distintas a Copenhague el año pasado ni siquiera dieron tiempo para eso.