Baterista de Los Ángeles Negros confirma quiebre y dispara contra Germaín de la Fuente

SANTIAGO.- Esto recuerda a Los Prisioneros modelo 2003: Una agrupación histórica tiene un agudo conflicto con uno de sus integrantes, hay un quiebre, se distancian y cruzan fuertes declaraciones. Aún tienen compromisos juntos, pero todo indica que después de eso su vida en común se acaba.

Es lo que sucede hoy con Los Ángeles Negros (o "ex" Ángeles Negros, en rigor), reunidos el año pasado para un concierto conmemorativo y que anoche protagonizaron un bochornoso incidente en la sala SCD de Bellavista, donde debían presentarse Germaín de la Fuente, Nano Concha, Luis Ortiz y Jorge González, en el contexto del programa "Movistar Música".

Sin embargo, sólo el primero concretó ese show, junto a sus propios músicos. "La filmación del video no contó con la presencia de los tres Ángeles Negros originales, por un malentendido con Germaín. Las cosas no fueron bien aclaradas, no hubo acuerdo comercial y nosotros decidimos no participar", explica sin rodeos el baterista Luis Ortiz.

El músico se nota molesto y dolido, habla de "la gota que rebalsó el vaso" en su relación con el cantante y critica la actitud "individualista" de éste. Pero así y todo, y aunque ve muy difícil que la reunión de los cuatro continúe, deja una pequeña rendija abierta en esa puerta para que ello pueda darse.

-¿Fue un desacuerdo sólo por esta ocasión, o tiene que ver con el futuro de la reunión?
-Yo dudo sinceramente que sigamos juntos, porque Germaín tiene una actitud muy individualista. Desde el momento en que se retiró del grupo, el año 74 ó 75, él siempre quiso hacer su carrera de solista. En primer lugar nunca hubo amistad, simplemente trabajábamos juntos, y ahora la idea (de la reunión) partió de EMI. Nano, Jorge y yo teníamos una gran ilusión de seguir juntos en el futuro con Germaín, pero desgraciadamente la actitud que él siempre presentó hacia nosotros fue muy individualista. Nunca tuvo el concepto grupal.

-¿Este problema se dio desde el principio de la reunión o ahora último?
-Del momento en que empezamos a ensayar para el show del Caupolicán, que salió muy bien. Nosotros podríamos seguir con él, nos han llamado de muchos lugares, pero desgraciadamente no hay comunicación. Nosotros no pedimos amistad, pedimos compatibilidad para trabajar, pero ni siquiera eso tenemos. Nos sentimos muy desilusionados, porque queríamos seguir con Germaín muchos años, pero no encontramos la acogida de su parte. Eso fue contribuyendo a que el vaso rebalsara.

-¿Y cuál fue el hecho que lo rebalsó?
-Que las cosas con él nunca son claras. Nosotros nos dirigimos al productor, ya que no tenemos comunicación con Germaín, y le dijimos 'si usted quiere contar con nuestra presencia, el show vale tanto'. Ni siquiera nos llamaron por teléfono para decirnos que no. Entonces veo que hay poco profesionalismo, mala actitud. Nosotros queríamos lo mejor de esta agrupación, pero no resultó así.

-Entonces las diferencias no pasan sólo por lo artístico y por la figuración, sino también por temas económicos...
-No, ése no era problema, porque ya teníamos un acuerdo. Nosotros estábamos anunciados para la Teletón la semana pasada, y resulta que él dice 'tengo un contrato privado, me tengo que ir'. Se va con otros músicos a Perú por un día, regresa y dice 'no se olviden muchachos que ahora tenemos que grabar el video'. Él hace y deshace cuando quiere, no hay comunicación comercial. Amistosa, olvídese, nunca la ha habido, pero por lo menos comercial. Y tampoco la hay. Ha habido muchas cosas que nos han dañado. Nosotros seguimos con la intención de querer hacerlo con él, pero ya no se puede.

-¿Y hoy cómo está esa intención? ¿Si esos problemas cambiaran podrían seguir?
-Por supuesto que sí. Pero si no vemos ningún futuro con él... Nosotros tenemos la reputación, los contactos, la experiencia, todo para hacer una nueva producción sin ningún problema. Y con un cantante que esté en óptimas condiciones además.

-¿No estaban satisfechos con la condición vocal de Germaín?
-Nosotros aceptamos eso. Hay que comprender que ya no tiene la voz de hace cuarenta años, pero con voluntad, con amistad, esas cosas se aceptan. Pero cuando ves un cantante que no tiene ni la voz, ni la actitud, ni la parte personal, entonces qué estamos haciendo acá. Nosotros lo podemos aceptar todavía, pero no hay acercamiento, no llama, hay un poco de despotismo hacia nosotros. Nos sentimos mal, ya estamos viejos para este tipo de cosas.