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Feria del Libro de Buenos Aires rinde emotivo homenaje a Ernesto Sábato

El encuentro reformuló y adelantó el evento con que se planeaba celebrar los 100 años que el escritor habría cumplido en junio. Su hijo, Mario Sábato, lo recordó con emoción, a sólo unas horas de haber encabezado los funerales.

02 de Mayo de 2011 | 08:20 | AFP
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Mario Sábato despide a su padre, en las afueras de Buenos Aires. Horas más tarde, lo recordaría en la FILBA.

EFE

BUENOS AIRES.- La Feria Internacional de Libro de Buenos Aires realizó el domingo un homenaje a Ernesto Sábato, fallecido el sábado a los 99 años, en que el hijo del escritor, Mario Sábato, acercó al público el perfil más humano de su padre e, incluso, divertidas vicisitudes familiares.

"Parecía muy duro, pero no lo era tanto. Se escudaba detrás de esos anteojos de armazón grueso y negro", recordó el hijo menor del autor de "El Túnel", cineasta de profesión, tan sólo unas horas después de la inhumación de su padre, de quien recordó su "vitalidad trágica".

"¿Cómo llevaba la familia ese sentimiento trágico que acompañaba a Sábato?", le preguntó Carlos Damico, del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, organizadores del encuentro.

"Él trataba de inundar la casa con esa pesadumbre, pero no lo dejábamos. No se puede estar triste y angustiado todo el tiempo, le decíamos, especialmente sus nietos", reveló Mario, dejando filtrar la atmósfera familiar de la casa de Santos Lugares, donde vivió el matrimonio y sus dos hijos.

Otro tema al que se refirió fue al gusto musical del escritor: "Mi padre era melómano y yo también, pero me llevó largo tiempo convencerlo de que escuchara a Mozart, porque él decía que su música no era suficientemente grave y tenía un espíritu jodón (divertido)", dijo ante la risa de una sala colmada.

Otra anécdota fue la relación del escritor, un hombre usualmente serio y melancólico, con sus vecinos de Santos Lugares, un barrio modesto de la provincia de Buenos Aires.

"¿Tu papá de qué trabaja? No no va a la fábrica. No es ferroviario (vivían en un barrio de trabajadores del ferrocarril). ¿Entonces, qué hace?", recordaba Mario que le preguntaban de niño y adolescente.

Con el tiempo, los vecinos se fueron dando cuenta de lo que hacía Ernesto, y tuvieron que aceptar que en el barrio vivía un hombre famoso."Todo se fue aclarando cuando comenzaron a llegar periodistas de todo el mundo preguntando por la casa del escritor... Ahí se fueron convenciendo", afirmó.

Luego de la entrevista, la audiencia aplaudió largamente en honor a uno de los mayores escritores argentinos del siglo XX y se proyectó el documental "Ernesto Sábato, mi padre", de Mario Sábato.

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