El triunfo de Jeannette Jara en las primarias ha reactivado los cuestionamientos en torno a su militancia en el Partido Comunista, el debate por el "anticomunismo", y la estatregia que ha tenido la exministra del Trabajo para tomar distancia de la tienda. Una clara señal de aquello fue la ausencia de banderas con la hoz y el martillo en la celebración del domingo en la noche.
La controversia por la militancia PC, lo quisiera o no, la abrió la excontendora y la excarta del Socialismo Democrático, Carolina Tohá, tras señalar en una entrevista que "no soy partidaria de que el PC gobierne". Bastó esa frase para que se abriera el debate por el "anticomunismo", que tiñó la recta final de la primaria.
Tohá salió a descartar que tuviera algún problema con los comunistas; el timonel PC, Lautaro Carmona, habló de "prejuicios"; y el exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue, quien afirmó que "con esos socios, para qué queremos a la derecha".
Tras el triunfo de la exministra en la primaria,
el oficialismo ha buscado alinearse detrás de Jara y dejar de lado, por ahora, las diferencias, aunque varios analistas prevén que, de todos modos, los roces podrían comenzar a dibujarse con miras a la negociación parlamentaria.
Quienes ahora encabezan las críticas son los personeros de oposición, quienes han redoblado las "alertas" en torno a un eventual gobierno liderado por uno nombre proveniente del PC. El candidato del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, calificó el triunfo de Jara como "un duro golpe para la democracia", y acusó que el PC es "un peligro" para la institucionalidad. En esa línea, subrayó que "creemos que este resultado electoral, siendo democrático, nos da una señal de alerta respecto al futuro democrático de nuestro país".
En tanto, el lunes, el candidato de Republicanos, José Antonio Kast, hizo hincapié en las señales de Jara tras el triunfo, y aludió a una suerte de disfraz ante la ausencia de banderas del PC. "No deja de llamar la atención el tratar ahora de disfrazarse con los valores patrios, con nuestra bandera nacional. ¿Ayer (domingo) alguien vio una bandera distinta a la bandera de Chile? Bueno, eso nos alegra, pero pareciera ser el partido de la candidata de la izquierda radical no hubiese estado presente, ¿alguien le cree?".
En tanto, el diputado Guillermo Ramírez, presidente de la UDI, sostuvo en un punto de prensa que "Jeannette Jara es más de lo peor de este gobierno, porque representa lo más extremo de este gobierno (...) Jeanette Jara es una candidata sin contrapesos al interior de su coalición, y por lo tanto, vamos a tener la versión más izquierda y más radical (que hay) al interior de este gobierno; Jeanette Jara implica un riesgo para el país".
"No partidización"
Jara ha buscado sostener un discurso de unidad e incluso desmarcarse de algunas afirmaciones del timonel del PC, Lautaro Carmona, por ejemplo, respecto a Cuba. "Soy la candidata de la coalición", ha repetido la candidata varias veces tras el 60% del domingo, y pese a varias señales de "descomunización" para así ampliar su base de apoyo, aún no logra esquivar el debate en torno a dejar su militancia en el PC, lo que no ha descartado.
Este nuevo concepto que se toma la carrera presidencial de Jara, no es visto con buenos ojos por Carmona. En entrevista con Radio Universo, el timonel sostuvo que "ese concepto como tal en política no existe, porque al fin está tu formación, está en la raigambre de origen político, es también una cultura, es también una posición y las razones que uno tiene para tener posición frente a las cosas".
"La militancia comunista no es un fin en sí mismo, es una pertenencia para ser instrumento para batallas que son mucho más amplias, desde el punto de vista de la profundización democrática, de la justicia social, de la perspectiva de la felicidad de la gente", afirmó.
De todas formas, el presidente de la colectividad dijo que lo que sí habrá será "una no partidización", con el objetivo de representar a un mundo más amplio que al PC.
¿Qué implica "descomunizarse"?
¿Qué implica que Jara se haya "descomunizado" y cómo se proyecta esta estrategia en los próximos meses?
"Primero, implica alejarse del partido y procurar una representación más amplia, de coalición. Esto es algo formal, pero también responde a la realidad de las cosas: Jara ganó una primaria que le permite liderar un sector y no solo un partido", sostiene el académico de la U. de Tarapacá, Alejandro San Francisco.
Pero hay más dimensiones implicadas en esta idea. El experto cree que en el plano de auto definición, "la candidata va a declarar que es socialdemócrata o progresista, en vez de usar su tradicional identificación como comunista", puesto que se trata de etiquetas ajenas al comunismo, pero que aparecen
como útiles en el marco del proceso electoral de este 2025.
San Francisco plantea que "también está la posibilidad de que Jara se aleje -por razones tácticas más que estratégicas- de algunas posiciones sostenidas por el Partido Comunista, sea en el plano internacional (eventual reclamo, aunque sea tibio, de respeto a los derechos humanos en Cuba) o en algunos temas internos (como terminar con las AFP o impulsar un cambio de Constitución, que el PC ha sostenido desde hace décadas)".
En la misma línea, Sebastián Salazar, coordinador académico del Núcleo Constitucional de la Universidad Alberto Hurtado, recuerda que ante el desafío de enfrentar una elección con voto obligatorio, "una candidata como Jara deberá moderar sus propuestas y su discurso para lograr crecer hacia el electorado de centro izquierda y de centro".
Otro factor no menos relevante en el debate, "es la persistencia de un sentimiento anticomunista en la ciudadanía que genera un rechazo per se a cualquier candidato que provenga del Partido Comunista, como consecuencia de la identificación de estos como culpable de la crisis que significó el golpe de Estado y la posterior dictadura. Por tanto, se trata de una estrategia electoral de captura de una mayor cantidad de votos que se acompaña de los atribuidos personales y carismáticos de Jara de sintonizar con un electorado más popular y menos de élite, le pueden ayudar positivamente".
Por cierto, el experto también advierte que en ese crecimiento hacia el centro, también hay consecuencias. Algunas de ellas son "demostrar liderazgo único en la campaña electoral, evitar la existencia de disidencias internas con un grado importante de notoriedad pública en el Partido Comunista que aportille su campaña, hacerse cargo de temáticas y decisiones estratégicas cuestionadas al PC sobre aspectos de DDHH u otras; y formular propuestas programáticas y de gobierno más amplias, que asegure una mayor cohesión con los partidos oficialistas".
En tanto, Felipe Vergara, analista político de la UNAB, apunta a que el desmarque también implica poder "desmitificar los conceptos asociados al comunismo, o por lo menos, como se ve en Chile, muchas veces asociado a la URSS, que desapareció hacia varias décadas atrás, y esa desmitificación tienen que hacerla los comunistas". Asimismo, comenta que "mostrar los equipos que está armando Jara le ayudará a desmitificar estos temores asociados a los comunistas".