El proyecto que modifica la dieta de los expresidentes de la República fue aprobado esta tarde en general por la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputadas y Diputados, aunque con posturas diversas entre sus integrantes.
La discusión agrupa once iniciativas que serán refundidas, y se estableció como base la presentada por la diputada Pamela Jiles (Ind.). Esta plantea que "quienes detenten esta calidad y hayan cumplido la edad de 60 años, en el caso de las mujeres, y 65 años, en el caso de los hombres, podrán solicitar una pensión vitalicia equivalente a la dieta señalada en el artículo 62 de esta Constitución, excluyendo de ella las asignaciones".
De aprobarse en los mismos términos, la norma afectaría exclusivamente al Presidente Gabriel Boric, quien dejará el cargo con 40 años, siendo el único exmandatario que quedaría excluido por no cumplir con el requisito de edad.
Actualmente, la dieta de los expresidentes asciende a $7.348.983, mientras que las asignaciones contemplan $1.809.561 para traslados y $8.337.411 para gastos de oficina.
Aunque el proyecto recién iniciará su discusión en particular y podría sufrir modificaciones, varios parlamentarios ya han delineado sus posturas para el debate.
El diputado Leonardo Soto (PS), quien se abstuvo de la votación, criticó el proyecto base: "Es cuestionable porque solo se aplica su disposición al futuro expresidente Gabriel Boric (…) no hay nada que me moleste más que satisfacer deseos de venganza, desquite, represalia o de vendetta por alguna razón contra una persona determinada utilizando el trabajo legislativo".
Por su parte, la diputada Javiera Morales (FA), que votó a favor, advirtió que "muchos han querido acá ponerle a este proyecto de ley un nombre y apellido, como si esto fuese quitarle la dieta al actual Presidente de la República y enmarcar así la votación con los que están defendiendo el bolsillo del Presidente tanto, del expresidente tanto y los que no".
Sobre los puntos que considera relevantes para el debate, sostuvo que "el expresidente tiene que hablar siempre desde su figura de expresidente y creo que eso es lo que estamos resguardando cuando generamos una dieta, porque finalmente sigue representando de cierta manera al país. Y si el expresidente trabaja para una empresa privada, por ejemplo, ya no logra tener esa imparcialidad que se requiere para hablar desde la figura de un expresidente".
En esa línea, planteó que "si el expresidente está trabajando, por ejemplo, en su derecho a trabajar una vez que ya sale de ser presidente, a mí me parece bien que se suspenda la dieta, porque ahí ya habla no desde la figura del expresidente".
El diputado Jorge Alessandri (UDI), quien se abstuvo, expresó sus reparos: "No me gustaría ver a un expresidente abogado litigando en los tribunales. Ese expresidente ha designado jueces de la Corte Suprema. No me gustaría ver a un expresidente como gerente de asuntos públicos de una cadena de supermercados o de una cadena de bancos".
También advirtió sobre los riesgos relacionados con información sensible: "¿Hace sentido que un excomandante en jefe del Ejército se jubile con una pensión estatal de cerca de 5 millones a los 53 años en promedio y el Presidente de la República sin nada? (…) Son cosas que hay que comparar".
Asimismo, cuestionó el criterio de edad diferenciada del texto base: "Hay una diferencia: 60 años las mujeres, 65 los hombres. Recordemos que la PGU igualó eso a los 65", señalando que ese estándar debería mantenerse.
"Creo que es una institución importante, creo que hay que cuidarla. Creo que nuestros expresidentes son más libres cuando tienen esto, pueden representar al país, pueden seguir contribuyendo como lo han hecho nuestros expresidentes de la República", concluyó.
En tanto, el diputado Andrés Longton (RN), quien votó a favor, planteó que "hay que cuidar el cargo de la Presidencia de la República, pero también creemos que son recursos públicos que son cuantiosos desde el punto de vista de que ya no ejercen su cargo y creemos que las asignaciones al menos tienen que modificarse".