El viernes se conoció que tres reos -de "alto compromiso delictual" como indicó el director nacional (s) de Gendarmería, Rubén Pérez-, se fugaron de la cárcel de Valparaíso y, lo cierto,
es que no es la primera vez que algo así ocurre.
Según consignó El Mercurio, cuando recién se había inaugurado el penal, en 1990, seis personas privadas de libertad se escaparon, casi con la misma forma de operar de los presos actuales.
En el año 2023, un reo también huyó del recinto penitenciario durante la madrugada, tal como lo hicieron esta semana Juan Israel González Quezada, Jairo Adonis González Miranda y Claudio Alexander Fornes Vicuña, los dos primeros con condena de presidio perpetuo calificado, uno por el homicidio del cabo David Florido y el otro por el crimen de la fotógrafa Albertina Martínez.
"La evasión ocurrió cuando la población penal se encontraba en horario de encierro en sus respectivos módulos. Personal del circuito cerrado de televisión, a través de las cámaras térmicas, se percató de que un privado de libertad se encontraba escalando la malla de la línea de fuego", detallaron en ese entonces desde la cárcel.
Dos años antes, en 2021, seis presos escaparon del mismo recinto. Este caso fue de connotación pública, pues dos años más tarde, en marzo de 2023, tres de ellos participaron del homicidio de la suboficial de Carabineros Rita Olivares, quien falleció por un disparo en la cabeza tras concurrir a un procedimiento por robo a un domicilio en Quilpué.
Por otro lado, y a propósito de lo ocurrido el viernes, Gendarmería reconoció que existen complejas condiciones en el penal de Valparaíso.
El director (s) Pérez manifestó que dicho centro "es uno de los establecimientos con mayor población penal en el país" y "con una población que se caracteriza por sus altos niveles de violencia". Además, mencionó que "ustedes como comunicadores, como profesionales, conocen en alguna medida las deficiencias estructurales del sistema".
Pérez, quien ahondó en los factores que facilitaron la fuga de los tres internos, también admitió que hay falta de personal y "agotamiento del personal que cumple turnos extenuantes y las particulares características del edificio".
Carlos Fernández, director nacional de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (ANSOG), coincidió con algunos de los aspectos antes mencionados, sobre todo, el de la falta de personal.
"El día 17 de mayo del año en curso nos reunimos con el director regional que asume el día de hoy, que está en la investidura, y le expusimos tanto la problemática que tiene Valparaíso, así como también la tiene Los Andes, la tiene Quillota, la tiene Limache, la tiene San Antonio, y todos los penales que tiene la Quinta Región, y efectivamente concordamos en que no hay personal. Hace falta una inyección grande de personal, que es lo que hoy día a nosotros nos tiene abrumados", expresó a Meganoticias.
En la misma línea, indicó que más allá de la falta de personal, no hay "mantención de estructuras". "Este penal ya va a cumplir los 20 años y de cierta forma las inyecciones que se hacen en materia de reestructurar, de reparar, de hacer una mantención, son muy precarias o no hay presupuesto", advirtió.
También afirmó que existe un cerco eléctrico que no funciona. "Si bien es cierto, se ha hecho una inversión (...) de un cerco que hasta el día de hoy no tiene razón de existir. De repente han llegado administraciones que no saben, o no entienden, y tienen el mérito de hablar respecto de la materia carcelaria sin haber pisado una cárcel. Eso es lo que a nosotros, como gremio, nos molesta muchas veces. Que aparecen expertos en materias carcelarias, con una ignorancia completa. Si ese cerco funcionara, o pudiera funcionar como era el objetivo, nunca funcionó".