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Niña de Puerto Gala navega en balsa de plumavit para llegar a la escuela

En pleno siglo veintiuno y cuando todos hablan de globalización, en estas lejanas tierras australes de la XI Región aún queda gente a la que el progreso no llega.

20 de Abril de 2005 | 09:11 | El Mercurio en Internet

Carolina Pate
COYHAIQUE.- Cuando todos hablan de progreso y se entregan cifras de construcciones, autopistas y puentes, en Puerto Gala, distante 3 horas en lancha de Puerto Cisnes, en la XI Región, hay una pequeña niña a la que poco le importan esos datos. Ella es Carolina Tiare Pate Peña, de 10 años y quien cursa el quinto básico en la Escuela Madre de la Divina Providencia.

Su caso es simplemente asombroso. Mientras cada inicio de año, muchos padres se quiebran la cabeza pensando en la contratación de un furgón que traslade a sus hijos, esta pequeña estudiante se desplaza a la escuela en un improvisado bote que ella misma construyó con pedazos de plumavit.

Cada mañana Carolina debe tentar a la suerte en los veinte minutos de navegación que debe cubrir, a remo, para poder llegar a clases. La niña debe hacer esto para no transitar entre roqueríos y barriales, que conforman el único camino que le sirve.

Pese a las incontables advertencias de sus padres y profesores, Carolina no deja de remar cada día a bordo de "Yeriksa Segunda", como ella misma bautizó su nave en honor a una amiga.

Según consigna El Diario de Aysén en su edición de hoy, esta "aventura", podría evitarse con la construcción de una pasarela de 300 metros que una a Caleta Chica, donde vive Carolina junto a sus padres y cuatro hermanos, con Caleta Puyuhuapi, en donde está ubicada la escuela local.

Viaje peligroso

Sin embargo, ella no quiso esperar de brazos cruzados la materialización de este proyecto, así es que continúa diariamente con su peligroso periplo ante la mirada de asombro de sus compañeros.

Con su perseverancia y tesón, esta niña encarna el espíritu inquebrantable de la comunidad de Puerto Gala, quienes han logrado asentarse en un territorio hostil y aislado, compuesto por una serie de islotes rocosos unidos por pasarelas.
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