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Masivo funeral despide a obrero muerto en Arauco

A la ceremonia, que contó con la asistencia de 15 mil personas, no concurrió ni la policía ni autoridades de Gobierno.

06 de Mayo de 2007 | 17:41 | El Mercurio Online
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Con banderas a media asta y profundo pesar, Curanilahue despidió a Rodrigo Cisternas.

Víctor Salazar, El Mercurio

CURANILAHUE.- Con más de 15 mil asistentes y sin la presencia de la policía ni de autoridades de Gobierno, se efectuaron hoy las exequias de Rodrigo Cisternas, el trabajador muerto el pasado jueves a manos de la policía.


La ceremonia transcurrió en calma, pese a que en la madrugada grupos de jóvenes habían saqueado algunos negocios de la localidad.


Luego de un oficio ecuménico, donde evangélicos y católicos dieron palabras del aliento a la familia de Rodrigo Cisternas, una multitud acompañó al cortejo, donde se notó la ausencia de autoridades de Gobierno.


Sólo alcaldes, parlamentarios y dirigentes de los trabajadores, además de numerosas delegaciones de trabajadores y universitarios, se hicieron presentes en la comuna de Curanilahue, donde se efectuaron los actos de despedida del joven obrero forestal.


Arturo Martínez, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), presente en la ceremonia, declaró que "siento que la policía no tiene nada que hacer en un conflicto laboral. La policía no está para resguardar los intereses de los empresarios y quien dio la orden (de disparar) tiene que asumir sus responsabilidades".


Ausencia Policial


La ceremonia tampoco contó con efectivos policiales, sino que todo el orden y la seguridad estuvo a cargo de los mismos trabajadores forestales, quienes se ubicaron en ambos bordes del cortejo, haciendo verdaderas barreras humanas.


En señal de profundo dolor por lo sucedido, todas las casas de la comuna se enarbolaron de banderas chilenas a media asta, con cintas de color negro como símbolo de luto.
 
Cerca de las 17.00 horas, una vez en el cementerio, los restos de Cisternas, de 26 años, fueron despedidos luego de doce discursos.
 
El joven obrero, recibió tres balazos después de arremeter al volante de un cargador frontal contra un vehículo policial, al que arrastró unos 600 metros con su máquina, cuando Carabineros intentaban despejar una carretera bloqueada por un millar de huelguistas.

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