Chaitén será reconstruido en su actual ubicación

SANTIAGO.- Las autoridades aseguraron que Chaitén será reconstruido en el mismo sitio donde se encuentra emplazada, una vez que termine la actividad volcánica que cubrió la ciudad de cenizas y provocó el desborde del río Blanco, que finalmente la inundó, destruyéndola en más de un 70%..

Así lo indicaron el Ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, el intendente de la Región de Los Lagos, Sergio Galilea, y el alcalde de Chaitén, José Miguel Fritis, luego de sostener una reunión, de acuerdo a lo informado por Radio Bío Bío.

Las autoridades coincidieron en señalar que en cuanto termine la actividad volcánica se dará inicio a las obras de reconstrucción y reparaciones en el lugar para que los habitantes de Chaitén puedan retornar a sus hogares.

"Está todo en las manos del volcán", dijo el intendente Galilea, quien aseguró que la misma naturaleza ha indicado qué cause del río debe ser ensanchado o modificado y en qué sitios específicos no se podrá volver a construir.

¿Una nueva Venecia?

La autoridad regional afirmó a la agencia EFE que sueña con convertir Chaitén en la Venecia de Chile, destacando que esta ciudad "no puede morir".

"Probablemente ahora ya no es un río, sino que son tres o cuatro brazos, por tanto, la base urbana de Chaitén, en el caso más maravilloso que yo sueño, va a ser como Venecia, con muchos cauces fluviales", manifestó Galilea.

En tanto, el jefe del Programa de Riesgo Volcánico del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Luis Lara, explicó que la actividad volcánica ha ido decreciendo, pero podría prolongarse aún durante semanas o algunos meses.

El volcán debería de volver a "una etapa de menos actividad sin columna eruptiva", indicó Lara, quien precisó que el proceso de remoción de las laderas -que pueden ser desde derrumbes y aludes hasta caída de rocas- "podría continuar por más tiempo que la columna eruptiva, porque hay una gran cantidad de material".

Actualmente, la columna de ceniza que se erige del cráter del volcán no supera los tres kilómetros de altura y la actividad sísmica ha decrecido progresivamente.