EMOLTV

La dupla Aronofsky-Rourke recibe elogios en Venecia con "The Wrestler"

La película relata la historia de un boxeador acabado, con una velada crítica a un Estados Unidos que no puede esquivar los golpes como antaño.

05 de Septiembre de 2008 | 12:04 | EFE
imagen

El director estadounidense Darren Aronofsky y los actores Evan Rachel Wood (dcha) y Mickey Rourke trasla rueda de prensa de la película The Wrestler, en Venecia.

EFE
VENECIA.- "The Wrestler", la película del director neoyorquino Darren Aronofsky proyectada hoy en competición en la Mostra de Venecia y con Mickey Rourke como protagonista, muestra que la historia del boxeador acabado aún funciona.

Técnicamente, Rourke no es un boxeador, sino uno de esos luchadores del espectáculo llamado "wrestling" (lucha libre), pero para la historia poco afecta esta variante, pues como explicó Rourke en rueda de prensa es el problema que se plantea a "cualquier atleta: es el momento de irme, ¿adónde voy?".

Además, para la perfección de la película ha sido excelente que el atípico actor estadounidense se dedicara durante años al boxeo profesional tras su erótica historia con Kim Basinger en "Nueve semanas y media" (1986).

Y por si fuera poco, Rourke reconoció que "desafortunadamente" tenía "muchos paralelismos" con el personaje, porque “hace quince años tiró a la basura” su carrera.
"The Wrestler" muestra a Randy Robinson, un luchador al final de su carrera profesional, cuando se sube a cuadriláteros de tercera categoría y su salud empieza a pasar la factura de los años de peleas, no por amañadas, menos brutales.

Randy empieza entonces su particular ajuste de cuentas con la vida, una hija abandonada, interpretada por Evan Rachel Woods, y una soledad en la pobreza que intenta superar con el amor hacia una "streaper", Marisa Tomei.

En definitiva, la película es un clásico, pero funciona y muestra que tras su sonado fracaso con "The Fountain", Aronofsky encuentra otra vez el camino de la narración y es capaz de enganchar al espectador.

El filme ha colocado, además, a Rourke entre los favoritos para la Copa Volpi al mejor actor de la Mostra de Venecia, al tiempo que afianza su carrera, que ya empezó a enderezarse con "Spun" (2002) y "Sin City" (2005), por la que consiguió varios reconocimientos en el género del cine fantástico.

La película tiene incluso su lectura metafórica, la de ese gigante que es EE.UU., pero al que empiezan a pasar también factura sus múltiples peleas.

Otra de las películas que se han visto hoy en Venecia es "Il seme de la discordia", el cuarto trabajo del italiano Pappi Corsicato y que ha puesto el remache al clavo de las críticas contra el nacionalismo de la Mostra.

También se trata de la tercera película italiana en competición producida por Mediaset, la compañía audiovisual de Silvio Berlusconi, a la postre presidente del Gobierno.

La cinta narra la historia de Verónica, a quien encarna la actriz Caterina Murino, quien se queda embarazada, presuntamente por una violación, con tan mala fortuna que lo anuncia el mismo día que el marido conoce que es estéril.

Pero al igual que el director italiano Ferzan Özpetec, también en competición, se dedicó a hablar del "amor apasionado" en "Un giorno pefetto", en lugar de reflexionar sobre la violencia doméstica al tener como personaje principal a un maltratador de manual, Corsicato no habla de los traumas de la violación o el aborto, sino del amor y la fidelidad en la pareja.

"Son asuntos importantes que Corsicato trata a su forma, que es la ligereza", explicó en rueda de prensa Murino, quien comentó que "le había costado” comprender esa forma de hacer cine.

Como ligero es también el tratamiento del machismo en el país con menor representación parlamentaria femenina de toda la Unión Europea.

Así, el primer plano de la película son piernas de mujeres con tacones y el segundo son planos de medio cuerpo sin enseñar nunca sus cabezas.

En cuanto a la estética de la película, todos los críticos en Venecia han coincidido en señalar que es la misma del cineasta español Pedro Almodóvar, con quien trabajó en "Átame" (1990), algo que no gustó mucho a Corsicato cuando se le observó durante la rueda de prensa.

El director de cine hizo el gesto de pegarse un tiro cuando se le hizo la pregunta, aunque inmediatamente dijo que estaba bromeando y explicó que todos los directores tienen influencias de otros, pero con sus características particulares.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?