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Marco Enríquez a "El País": "Gobernaré con los partidos, pero no con esos dirigentes"

El candidato aseguró al medio español que no quiere más decadencia en la política y que tanto Frei como Piñera “tienen similitudes muy preocupantes”.

14 de Junio de 2009 | 20:00 | El Mercurio Online

SANTIAGO.- Asegurando un eventual gobierno unido a los partidos políticos, pero alejado de sus dirigentes, el candidato presidencial y diputado, ex PS, Marco Enríquez-Ominami, dio una entrevista que la página web del diario español “El País” publicó este domingo.


“Por supuesto que gobernaré con los partidos, pero no con esos dirigentes. Son ellos los que encarnan lo que yo no quiero más en Chile, las malas prácticas, la decadencia, la descomposición de las convicciones. (...) Cuidado, vamos a gobernar con lo mejor de los partidos”, declaró el candidato.


Sus palabras aparecen a días de su salida oficial del Partido Socialista, el pasado viernes, donde no se cerró a la opción de "construir finalmente un nuevo referente".


En la publicación del sitio español, el diputado aseguró que cuenta con el apoyo de “miles de personas. Cuarenta mil adherentes en Facebook, la segunda mayor comunidad en el país, dirigentes regionales, locales...”, y que de las 36 mil firmas que necesita para ser candidato, ha recolectado 12 mil, pero que “ahora están tratando de invalidarlas jurídicamente”.


Asimismo, al ser consultado acerca de si sería “muy dramático” un triunfo del candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, Enríquez-Ominami aseguró: “Rechazo que nos vayamos a ir al infierno si gana Piñera y al cielo si gana Frei. Los dos candidatos tienen similitudes muy preocupantes. Los dos son dos democristianos, los dos tienen acciones, los dos tienen un joven de un Techo para Chile, los dos tienen un obispo que los defiende”.


“Mucha gente que vota por mí, estoy seguro, no lo hace por mí, vota contra las ofertas que otros le hacen”, dijo, tras asegurar que trabajó en la campaña del ex Mandatario Eduardo Lagos, no porque sea “laguista”, sino que “para que no ganara (Joaquín) Lavín”.


El diputado también se refirió al cambio de régimen político al que aspira: uno semipresidencialista, para eliminar “la monarquía borbónica colonial que tenemos con este presidencialismo exagerado”.


“Al votar por Bachelet en 2005, los chilenos sin darnos cuenta, votamos contra el sistema presidencialista (...) Bachelet instala un estilo ciudadano (...) que va contra el vector del presidencialismo, el que parte de la base que después de electo tienes el derecho de imponer legislación. (...) (Camilo) Escalona en vez de vivir esto como un gran logro, lo ha vivido como una tragedia”, afirmó Enríquez-Ominami al medio.