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Turismo en Palena y Aysén colapsará si no se resuelve embancamiento del puerto de Chaitén

Lo aseguran alcaldes y operadores locales. La única barcaza que puede desembarcar vehículos sólo entra con la alta marea y el transbordador tiene que subir y bajar pasajeros en mar abierto.

11 de Noviembre de 2010 | 09:33 | Por Soledad Neira, El Mercurio
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El desembarco en Chaitén, por ahora, se realiza en alta mar.

Soledad Neira

CHAITEN.- Indignados por los cambios de horarios, viajes de hasta 30 horas para un trayecto de 12, y largos plantones esperando mareas, alcaldes, operadores turísticos y vecinos de Palena advierten del caos que se producirá en las próximas semanas con la llegada de turistas a raíz del embancamiento del puerto de Chaitén.


Millones de toneladas cúbicas de material expulsado por el volcán Chaitén y arrastradas por el río Blanco, han ido desplazándose hasta casi hacer desaparecer la bahía de Chaitén, hoy convertida en una extensa playa que impide ingresar al "Don Baldo" y restringe la operación de La Pincoya, las dos naves que están cubriendo la ruta entre Puerto Montt y Chaitén.


Los pasajeros de "Don Baldo" deben esperar 3 y hasta 4 horas para embarcar o desembarcar en un bote que los acerca al muelle.


Una operación arriesgada, más cuando hay malas condiciones climáticas y que además atrasa por horas los itinerarios porque el bote se baja y se sube tanto en Ayacara como en Chaitén.


Patricio Torres viajaba con 13 turistas suecos y alemanes y tuvo un retraso de dos días en su viaje. "Nos cambiaron el programa", dice molesto. Cuenta que el primer día les avisaron. "Tuvimos tiempo de encontrar un hotel y fuimos a Chiloé, para no perder el día", explica.


Pero al segundo día de atraso "nos avisaron una hora antes, ¡cuando ya estábamos en camino a las 07:00 horas!, de que el viaje no sería hasta la noche porque La Pincoya, que debió llegar esa madrugada no llegó hasta la tarde", dice Torres, quien asegura lleva varios años sufriendo inconvenientes similares.


Acusa malas condiciones de "La Pincoya", una barcaza de más de 30 años, sin ninguna comodidad. Además del evidente retraso, dice que estas cosas generan "mal genio y ni siquiera hay pan para comprar un sándwich".
 
Agrega que "nos embarcaron a las 19:00 y bajamos a las 15:30. Debimos llegar a las 07:00. Este es otro día perdido. Tenemos que cambiar la excursión para no atrasar todo el viaje porque tenemos que llegar a Magallanes y el grupo regresa a Europa por Buenos Aires en fechas que están fijadas hace meses", asegura.


"No tiene condiciones para afrontar un temporal y por eso se va al tiro a fondear, a la mínima complicación", agrega otro pasajero que porque viaja con pasajes subsidiados prefiere no revelar su nombre.


Torres añade que ya están habituados a los cambios de horarios, aunque advierte que "nunca tanto como estos (dos días)". "Hay un monopolio... y ni siquiera nos piden disculpas y una vez que estás arriba tienes que esperar, nada más", agrega.


Las autoridades también se demoran


El alcalde de Futaleufú, Arturo Carvallo se aburrió de esperar y el sábado emprendió las 12 horas de viaje por tierra por Argentina. "Igual llegué un día antes que la barcaza", dice.


Carvallo cuenta que más duro fue para el conjunto folclórico del pueblo. "Estuvieron más de 30 horas arriba en La Pincoya. Salieron de Chaitén el viernes a las 08:00 y llegaron a Puerto Montt después de las 16:00 horas del sábado".
 
"Es desastroso como está la situación", dice el edil, que de paso cuenta que están a la espera de que vaya la Comisión de Zonas Extremas de la Cámara de Diputados, "a ver si pueden hacer algo".


Para el alcalde de Palena, Aladin Delgado, la crisis del puerto "está afectando a toda la Provincia. Es una situación muy compleja, las naves dependen exclusivamente de la marea y en realidad operan con muchas dificultades", recalca.


Advierte que esto sin duda colapsará si no se hace algo urgente antes de que empiecen a llegar turistas que van a la Carretera Austral, "que draguen el puerto, o que pongan más líneas aéreas para los pasajeros", dice, aunque admite que la parte marítima involucra todo, el traslado de las personas, pero especialmente el abastecimiento.


Y lo peor es que mientras el puerto siga embancado, "Don Baldo", el buque con espacio y comodidades, no puede atracar en Chaitén.


Las barcazas no son el problema


Marcelo Torres, gerente de la Naviera Austral, armador de los dos barcos, reconoce que "La Pincoya" es un buque chico y antiguo, "de emergencia", recalca, "pero el único que puede desembarcar vehículos en Chaitén en las actuales condiciones del puerto".


Niega que tenga problemas de seguridad. Dice que si fondea en los temporales es para evitar complicaciones a los pasajeros "¿Y para qué navegar con temporal si va a llegar a un puerto que está cerrado?".


Respecto de los embarques de personas en el mar, dice que aunque se toman todas las previsiones, "siempre hay un riesgo adicional, eso es evidente. Lo más seguro es operar en un terminal", recalca.


Y se muestra esperanzado en que por fin el 15 llegue una draga contratada por el Ministerio de Obras Públicas que remueva parte del material acumulado junto al muelle.
Mientras, seguirán operando con "La Pincoya" para los vehículos. "Estamos haciendo más viajes, pero ni así logramos suplir la capacidad de Don Baldo", recalca.


"Nos dijeron que en 15 días la fraga tendrá el puerto habilitado y estamos trabajando con esos plazos", enfatiza.


Respecto de las críticas por la antigüedad y las condiciones de La Pincoya, insiste en que cumple los estándares de seguridad, pero no los de mercado. Y asegura que pese a que tienen incluso un proyecto de construcción de una nueva barcaza, los continuos cambios de planes del Gobierno, que en los últimos 4 años cambió más de 6 veces las modalidades de operación de estas rutas, impiden concretar estas inversiones.

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