Durante su testimonio, Gloria Pérez López identificó a José Ruz (de parka en la foto) como la persona que mató a Diego Schmidt-Hebbel en su casa.
Christian Zúñiga, El MercurioSANTIAGO.- "Nunca va a salir de nuestro corazón la tristeza que tenemos. A mi hija (Belén Molina) le mataron el amor de su vida".
Un emotivo testimonio, cruzado a ratos por escenas de extrema violencia, fue el que prestó esta mañana Gloria Pérez López, hermana de María del Pilar Pérez, a quien se acusa, junto al supuesto sicario José Ruz, de planificar y asesinar a tres personas en Providencia.
El relato que más impactó causó fue cuando la mujer recordó el día en que su hermana la atacó estando embarazada.
"Estaba embarazada de Belén y estábamos en mi casa. Llegó ella y comenzamos a hablar y de repente me puso las manos en el cuello. Yo nunca entendí qué había pasado... Luego llegó mi esposo y preguntó que pasa acá".
Ante la pregunta del fiscal Rodrigo Lazo sobre la intención de la mujer, Gloria Pérez respondió: "Hacerme daño... Me apretó con las manos".
La hermana de Pilar Pérez tuvo que interrumpir su testimonio. La emoción le impedía continuar cuando el juez del Tercer Tribunal Oral en lo Penal le pidió que hablara del 4 de noviembre de 2008, el día del asesinato del joven economista Schmidt-Hebbel.
"No hay palabras para describirlo, era una persona excepcional, un muchacho que cuidó siempre a Belén", recordó.
"(En esa mañana) Diego fue a buscar como siempre a Belén. (Ella) abrió la puerta de seguridad. Diego estaba parado en la puerta esperándola y ahí el señor que está sentado al comienzo de la banca, entró al domicilió apuntando y mató a Diego", dijo Gloría López indicando en el tribunal a José Ruz , el supuesto sicario contratado por su hermana.
De acuerdo a su testimonio, tras los disparos, escuchó los gritos de su hija. "(Belén) pedía que no lo matara, pero esa persona insistía en cerrar la puerta y quedarse al interior de la casa. Ella creía que nos iban a matar a los cuatro. Diego fue el que nos salvó y por él estoy aquí".
Tras el ataque, Belén Molina auxilió a su novio herido en el piso. "Trataba de cerrarle la herida en el cuello para que no se desangrara. Agustín (Molina, su esposo) también escuchó los disparos y con el arma que dejó (José Ruz) salió a perseguirlo".
Gloria Pérez López finalizó su testimonio diciendo que a dos años del crimen en su casa, su familia aún no logra recuperarse.
"Fue un cambio total en nuestra vida (...) Belén no quiere seguir... nosotros tratamos de darle todo el apoyo", dijo. "Mi madre está viva porque le late el corazón. Hace tiempo que dejó de tener sueño. Agustín ha tenido que doblar las dosis de medicamentos y a mí las fuerzas se me están acabando".