Subteniente FACh a punto de ser expulsada por "fraternizar" con suboficiales en Haití

SANTIAGO.- En manos de la Corte de Apelaciones de Santiago está el futuro de la piloto de helicópteros Jéssica Alarcón Llauca. Esta última presentó un recurso de protección en contra de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), institución que la puso en la lista de retiros para este 2011 por un incidente ocurrido este año en la ciudad de Puerto Príncipe, en el contexto de la Misión de Paz que tropas chilenas desarrollan en Haití.

Este fallo, que emanará desde la sexta sala del tribunal de alzada, se resolverá en los próximos días.

La oficial del Aire fue sancionada por haber "fraternizado" con suboficiales de su rama, también partícipes en el trabajo que las FF.AA. chilenas realizan en el país caribeño.

Según lo expuesto en los alegatos, los hechos se remiten al 30 de enero del 2010 cuando la subteniente Alarcón fue sorprendida "sentada en el catre de campaña, al interior de un contenedor cerrado por fuera, recinto asignado para el descanso del cabo primero Pablo González Rozas, quien se encontraba de pie y con el torso desnudo".

La indagatoria interna en la FACh detalla además que la piloto de helicópteros se mantuvo junto al cabo González en el container con las luces apagadas "evitando de esta forma que la luz se filtre por los bordes de la puerta para no ser descubiertos. Luego en atención a la oscuridad del lugar el cabo primero decide desvestirse para ponerse pijama, a lo que la subteniente Alarcón no formula reparos ni hace nada para evitarlo porque señala que entre ellos hay un grado de amistad mayor que con el resto del personal".

En un informe al que tuvo acceso Emol, el general del Aire Ricardo Ortega, comandante en jefe de la FACh, le explica a la Corte de Santiago que tras este episodio se realizó una indagatoria administrativa y se sancionó a la oficial con diez días de arresto. Esto último, ya que desobedeció la orden de no alterar la relación jerárquica entre el personal del grupo.

Jerarquía piramidal

Entre otros reglamentos, se detalla en el recurso, que la subteniente Alarcón debía cumplir una orden directa del capitán de bandada Claudio Agüero Rubio quien la obligó a "no fraternalizar con personal del cuadro permanente" del grupo de helicópteros, es decir suboficiales de menor rango.

Pese a esta orden, la oficial de la FACh decide hacer caso omiso y seguir compartiendo con los militares de menor grado.

El informe describe que la conducta de la subteniente Alarcón "transgredió el deber de los integrantes de las Fuerzas Armadas, de observar permanentemente las formas que emanan de la naturaleza propia de las relaciones de jerarquía piramidal existente entre ellos", justificando la sanción aplicada a la oficial.

Llamado a retiro

Otro de los fundamentos del recurso de protección es la presunta arbitrariedad con la que posterior a este incidente Alarcón fue notificada que la Junta de Selección de Oficiales la clasificó en Lista 3, incluyéndola en la lista de retiros a contar del próximo año.

La oficial alegó que no hubo ningún argumento que sustentara dicha decisión y defendió su profesionalismo en el desempeño de su cargo de piloto al interior de la institución. Alarcón sostiene en el recurso que su llamado a retiro fue "arbitrario y no se sujetó al debido proceso", por lo que pide ser reincorporada a la FACh.

LA FACh defendió ante la Corte su decisión de expulsarla, señalando que sus calificaciones fueron insuficientes en los puntos que dicen relación con "lealtad, cooperación, iniciativa (…) criterio, tino, discreción y aptitudes de mando".

Durante los próximos días se sabrá si la subteniente Alarcón logra ser reincorporada a las filas de la FACh o si tendrá que retirarse de sus vuelos militares a contar del próximo primero de enero.