Postergar la maternidad con seguro: vitrificación de óvulos

"Me sentí aliviada porque tenemos miles de ovocitos y la mayoría se pierden y nunca van a engendrar un hijo, entonces tenerlos ahí guardados lo vi como una inversión y un seguro de descendencia".

Mariana tiene 30 años y vitrificó sus óvulos porque hace algunos años le detectaron quistes en ambos ovarios. "Éstos crecen y ocupan cada vez más volumen funcional, por lo que el espacio se vuelve reducido para que surja un óvulo capaz de ser fecundado", explica consciente de que el camino tomado no le asegura totalmente su objetivo de ser madre.

Así como Mariana, muchas mujeres se someten a este procedimiento de criopreservación de óvulos por motivos médicos, pero también existen otras cientos de pacientes que deciden congelar sus ovocitos para asegurar su fertilidad, luego de tomar la decisión de postergar su maternidad.

Todas ellas saben que la posibilidad de que el óvulo congelado pueda después ser fecundado y dar paso a un embarazo exitoso se vincula mayormente del factor edad, ya que la eficacia de la técnica depende de la juventud de los óvulos vitrificados, que alcanzan su plena madurez entre los 30 y 35 años.

En Chile no existen cifras oficiales sobre cuántas mujeres han optado por resguardar su potencial reproductivo. No obstante, Clínica IVI asegura que alrededor de 150 mujeres decidieron congelar sus ovocitos en los cuatro años que lleva operando esta técnica en nuestro país. De ellas, 51 pacientes ya quedaron embarazadas luego de la descongelación de sus células.

Así, la técnica que en un comienzo estuvo destinada a los óvulos restantes del proceso de fertilización in vitro -por si en algún momento la paciente quería fecundarlos- hoy también responde a motivos sociales.

Adela Camus, ginecobstetra encargada del Programa de preservación de la fertilidad de Clínica Las Condes, confirma que muchas de las mujeres que han tomado este camino lo hacen por postergación de la maternidad. "Se trata de pacientes que tienen más de treinta años, sin un proyecto de familia en el corto plazo y deciden entonces vitrificar ovocitos de forma tal que si después deciden tener hijos y su reserva de óvulos está muy baja, pueden utilizar estos ovocitos vitrificados", dice.

Si bien la maternidad postergada es una de las causas, lo cierto es que esta técnica es también recomendada para quienes se someterán a tratamientos oncológicos, como una quimio o radioterapia; y mujeres que en el futuro presentarán una disminución de su reserva de óvulos o menopausia precoz, lo que impediría -o al menos disminuiría las posibilidades- de embarazo por método natural.

Al refrigerar sólo los ovocitos, es decir, la mitad de los genes de un potencial ser humano, "se elimina el dilema ético que para algunas personas representa el tener embriones congelados", afirma la doctora Camus.

Marcela Calonge, bióloga de Clínica IVI, refiere que el proceso de vitrificación es bastante simple: a través de una punción vaginal se extraen los folículos que fueron previamente hechos crecer con hormonas. Una vez extraídos, son dejados dos horas a 37° C, evaluados y finalmente, llevados al proceso de congelamiento con un crío protector. Los óvulos son guardados a -196° C.

La duración de un óvulo congelado, en tiempo de espera, es incierta, pero Marcela Calonge afirma que "en teoría pueden ser muchos años porque prácticamente queda detenida su actividad metabólica". Aún así, por normativa interna los óvulos no pueden ser implantados a mujeres de más de 45 años, en la Clínica Las Condes y 50, en IVI. Una vez cumplido ese plazo, si la paciente no decide fecundar sus óvulos, estos son desechados.

Aparte de la edad de la futura madre, otra observación a tener en cuenta es la descongelación, ya que siempre hay alguna probabilidad de que un óvulo muera, pero sobrevive alrededor del 90% de los potenciales hijos vitrificados.

Si bien, muchas son las que pueden recurrir a esta técnica, hay algunas restricciones que no la hacen recomendable para todas. La doctora Adela Camus señala que en algunos tipos de cáncer de mama son dependientes de las hormonas, y por ello existen aprehensiones acerca del tratamiento hormonal que se utiliza para estimular la ovulación, lo que podría empeorar el pronóstico del cáncer. Además, aclara que hay mujeres sanas que responden en forma muy exagerada a la estimulación hormonal y pueden tener como consecuencia un Síndrome de Hiperestimulación Ovárica que en algunos casos puede ser grave.

Tomando en cuenta todo lo anterior, se sugiere ejecutar la extracción entre los 30 y 35 años, debido a que es la edad donde los óvulos son más resistentes y sanos.