EMOLTV

Cirugía íntima femenina, la solución para cuando "esa" zona no agrada o incomoda

Cada vez más mujeres chilenas optan por someterse a una, ya sea por motivos estéticos o para mejorar su vida sexual. Existen varias, conócelas aquí.

10 de Agosto de 2012 | 16:10 | Por M. Francisca Prieto, Emol
imagen
Cuadro "Desnudo con las manos cruzadas" de Pablo Picasso
"Los labios me rozaban, me causaban mucho dolor, a veces incluso tenía ampollas. Mi confianza no era la que debía tener. Pensaba que era la única cosa en mi vida que me hacía sentir incómoda y deprimida", cuenta una mujer en un documental animado de origen inglés lanzado en julio pasado y que reúne varios testimonios de mujeres con labios demasiado grandes. Pero no los de su boca, sino que los de su zona íntima.

El proyecto Centrefold puso sobre el tapete el tema de las cirugías íntimas femeninas, específicamente las labioplastías. Su creadora es Ellie Land, quien decidió explorar esta realidad luego de ver varios artículos periodísticos que hablaban sobre una tendencia en aumento de mujeres que se operaban sus genitales para arreglar su aspecto.

Sin embargo, el documental no sólo ha generado repercusiones en el Reino Unido, sino que éstas han llegado más allá, incluso hasta Chile. Jack Pardo, ginecólogo de Clínica Sara Moncada, cuenta que la película de sólo nueve minutos ha llamado la atención de las mujeres chilenas y, en consecuencia, la práctica de cirugías íntimas ha aumentado.

El médico realiza este tipo de operaciones desde 2003, y hasta hoy lleva en total entre 450 y 500 labioplastías, de las cuales alrededor de 45 las hizo durante 2011. Sin embargo, éstas no son las únicas intervenciones que se llevan a cabo en la zona genital femenina, ya que también existen otras. A continuación, una breve explicación de cada una de ellas:

- Rejuvenecimiento vaginal: consiste en el reestrechamiento de la entrada y del cilindro vaginal por dentro, y se realiza con un ajustamiento de la musculatura interna, y del músculo y mucosa vaginal. Según explica Pardo, su objetivo es devolver a la mujer la sensación de fricción y, por ende, de placer perdida a raíz de partos vaginales sucesivos.

- Incontinencia urinaria: se le practica a las mujeres que pierden orina cuando tosen, se esfuerzan físicamente o durante las relaciones sexuales. "Es mínimamente invasiva (...) Se hace una pequeña incisión bajo la uretra, donde se instala una malla de ocho centímetros que va a reemplazar un ligamento que al dañarse provoca la incontinencia urinaria", puntualiza el ginecólogo.

- Prolapso: se trata de una operación que se lleva a cabo en los casos más severos, es decir, cuando un bulto aparece en la entrada de la vagina o incluso puede salir por ella. "Es bulto es ni más ni menos que la vejiga que empuja a la vagina, el recto o los dos asociados; incluso el útero", sostiene el especialista. El procedimiento es un poco más amplio que el rejuvenecimiento vaginal y, cuando el prolapso está muy avanzado, incluso se instalan mallas para reemplazar los tejidos que están dañados.

Charla gratuita
Si te interesa saber más sobre este tema, el próximo 22 de agosto se realizará una charla sin costo en la Clínica Sara Moncada. El único requisito es inscribirse previamente en los teléfonos 3478041 o 3478021.

- Labioplastía: básicamente, es el retiro quirúrgico del exceso de tejido de los labios menores. "Se dibuja la zona que se va a cortar y se retira con un láser o bisturí eléctrico. Luego se hace una sutura especial para cerrar la herida", dice el ginecólogo.

- Lifting de labios mayores: a veces los labios mayores de una mujer están flácidos, y cuelgan, incomodan y estéticamente se ven feos. En esos casos -explica Jack Pardo- se hace un retiro con una sutura hacia el medio, de manera que quede en un pliegue y la cicatriz no se note. "Con eso queda un aspecto más plano y menos molesto", asegura.

- Lipoaspiración del monte de venus: algunas mujeres sienten una especie de abultamiento en su zona púbica, el cual es provocado por una acumulación de grasa, la cual se retira con una lipoaspiración. "A veces esa misma grasa se usa para inyectarla en los labios mayores después de la cirugía, para darle un aspecto más juvenil a la vulva", señala el médico.

- Perineoplastía: consiste en la corrección del periné, zona que está entre la vagina y el ano, y que en ocasiones sufre desgarros durante los partos. Generalmente se realiza al término de los rejuvenecimientos vaginales o prolapsos.

- Himenoplastía: esta cirugía repara el himen para dejarlo "intacto". Jack Pardo cuenta que es una operación que personalmente vio hacer en Estados Unidos a niñas musulmanas que estaban prometidas para casarse y que antes habían tenido relaciones, por lo que tenían que demostrar que eran vírgenes. "Pero en Chile nunca una mujer me ha pedido que le haga una himenoplastía, lo que a mí me parece bastante bien y que habla bien de nuestra sociedad", opina.

Las razones para recurrir a ellas

El especialista explica que las cirugías íntimas femeninas no son operaciones inducidas por el médico, es decir, las pacientes que se las hacen conocen los procedimientos y llegan a la consulta con la idea clara de lo que quieren. "Es una cirugía que nace de la propia voluntad de la paciente (...) Las mujeres que las buscan tienen el problema, investigan en internet (...) Tienen la idea totalmente clara y las únicas dudas son cuánto demora la operación, el tiempo postoperatorio, cuánto cuesta, etc.", afirma.

Respecto a las edades de las pacientes, Jack Pardo indica que varía según sea la intervención. En el caso de las labioplastías, el rango va desde los 11 o 12 años, hasta mujeres de 55 a 60, con un promedio de 28 a 30 años.

"He operado niñitas de 11, 12, 14 años con bastante frecuencia. Sienten la incomodidad y además tienen vergüenza muchas veces de mostrarse desnudas frente a sus compañeras de colegio, por ejemplo cuando tienen que ducharse después de las actividades deportivas", relata el ginecólogo.

Así, quienes recurren a las labioplastías lo hacen principalmente por un motivo estético que, la mayoría de las veces, se asocia a una molestia o incomodidad cuando visten ropa apretada o hacen deporte.

Por otro lado, las pacientes que consultan por sensación de amplitud vaginal y buscan un rejuvenecimiento de esa zona, principalmente son mujeres que completaron su etapa reproductiva, es decir, dejaron de tener hijos y están empezando a preocuparse más de ellas. "Tienen entre 40 y 43 años", señala el médico.

En su caso, la principal razón que tienen para someterse a una cirugía íntima es la disminución del placer sexual durante la penetración. "No sienten roce en la vagina, por lo tanto perdieron la capacidad de tener, por ejemplo, un orgasmo vaginal o el disfrute del coito", explica Pardo.

Un dato importante de tener en cuenta es que las cirugías íntimas femeninas son cubiertas por las isapres y Fonasa, pero sólo en el caso de las que tienen que ver con incontinencia urinaria y prolapso. En tanto, aquellas cuyo objetivo es exclusivamente estético, como la lipoaspiración del monte de venus, deben costearse en forma particular.

En el caso de las labioplastías, el especialista sostiene que la cobertura depende de la institución de salud. "En los casos más severos como las niñas de 12, 14 o 16 años y que tienen un problema emocional asociado, muchas veces haciendo un buen informe previo que lo presentan en la isapre y enviando además el tejido que uno extrajo a anatomía patológica, he tenido la satisfacción de que las isapres sí les han cubierto", cuenta.

"A mí me parece que salvo en los casos en que (el procedimiento) es muy estético y no funcional, la labioplastía debiera ser cubierta por las isapres porque es tan molesta como un tumor que produce incomodidad local en la zona vaginal", concluye el ginecólogo.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?