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Carolina Mardones: Los chilenos y la sensación generalizada de que están siendo abusados

El último Chilescopio revela que estamos descontentos con el modelo y hemos empezado a expresarlo con una mayor desconfianza con las instituciones. Según explica esta periodista, el chileno siente que cada vez que pueden ‘se lo están fregando’ y por eso la sensación de abuso aumenta.

07 de Noviembre de 2012 | 08:09 | Por María José Errázuriz L.
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Ni los partidos políticos, ni la Iglesia, ni el gobierno ni tampoco las empresas. Ninguna de estas instituciones se salva del duro juicio que hacen hoy los chilenos de ellas y que se podría resumir en un creciente aumento de la desconfianza hacia ellas.

Así lo devela el último estudio Chilescopio elaborado por Visión Humana y que difunde la Universidad del Desarrollo todos los años. El sondeo deja entrever, entre otras cosas, que los chilenos sienten, cada vez, con mayor fuerza, que la sociedad que se ha construido es desigual, donde no todos tienen las mismas posibilidades u oportunidades y en donde la modernidad ha implicado costos en el plano personal.

Carolina Mardones, periodista, decana de Comunicaciones de la UDD, cree que los chilenos están expresando con mayor fuerza el descontento que sienten con el modelo y la forma cómo nos estamos organizando, y que uno de los mejores reflejos de ello es la alta abstención registrada en las pasadas elecciones municipales.

“Nuestra hipótesis es que el modelo por el que se optó planteaba una estrategia más individualista o autogestionada de desarrollo y los chilenos tuvieron la creencia de que eso se podía lograr, pero en los últimos tres años, ha caído el optimismo y la confianza de que eso se puede lograr así. Esto fundamentalmente porque la cancha no es pareja para todos, no todos tienen las mismas oportunidades y además, las instituciones que deben dar cierta seguridad en eso, no lo están haciendo ni en el nivel público ni privado”, explica.

-¿Esto explica que la satisfacción con la vida, en general, caiga del 65 al 56% en sólo un año?
“Sí, eso lo puede explicar, aunque aún nos movemos en las hipótesis porque hay que considerar los momentos en que se toman las muestras del estudio. Si se hubiese tomado en medio del caso La Polar la sensación de abuso habría sido extrema, pero si ves la tendencia, esta te indica que en los últimos 5 años los chilenos muestran un mayor nivel de desconfianza, cosa que es concordante con otros estudios.
“Los chilenos siguen interesados en consumir y tener bienes y servicios, pero ha aumentado su desconfianza contra las instituciones que lo otorgan”.

-Estamos en una paradoja: decimos no estar satisfechos con la vida que tenemos, pero sí en una mejor posición económica que antes. ¿Cómo se explica?
“Es un hecho que el acceso al bienestar económico no resuelve toda la vida; si para poder conseguir los bienes que están disponibles hay que trabajar más, sentirse más inseguro y de paso, uno se sobre endeuda está claro que el índice de felicidad no va a crecer de manera proporcional y, en cambio, puede descender.
“Nuestra hipótesis es que esta forma de desarrollo, que es más individualista, de a poco ha ido demostrando que no satisface la consecución de la felicidad”.

-Chilescopio revela que hay una tensión en la sociedad. Un 59% cree que somos un país con algunas diferencias y un 23% cree que estamos en conflicto.
“Es así absolutamente y es entendible si se observa algunos fenómenos que nos marcaron el año pasado como las protestas estudiantiles o los permanentes problemas con la locomoción colectiva. Hay una sensación de que a mí me están abusando”.

-¿Cómo se libera esa tensión?
“Hasta el momento lo está haciendo a través de movimientos colectivos, pero estos, creemos, están destinados a conseguir metas individuales. Los chilenos no se están agrupando porque crean que tienen que generar un modelo más solidario y de asistencia a toda la población, sino que de resolución inmediata de mi objetivo particular”.

-La disconformidad parece que gana en todos los terrenos. Un 62% de la gente cree que hay que realizar grandes cambios en Chile.
“Existe esa sensación generalizada y el sociólogo Alberto Mayol lo plantea cuando dice que hay un descontento con la forma cómo nos estamos organizando, con el modelo en donde nos estamos moviendo. La hipótesis es que se hizo la promesa de que iba a existir un marco donde todos iban a tener las mismas posibilidades y que si, por ejemplo te sacabas la mugre y apostabas por la educación de tus hijos, eso sí o sí iba a redundar en que te iba a ir bien y eso resultó que no es necesariamente así”.

-¿Esto puede encausarse en cosas como alta abstención que fue lo que se vio en las municipales?
“Puede ser, cuando se siente que con las reglas que están imperando no se puede conseguir lo que se desea, puede ser que la respuesta puede ser no votar o te tomas la calle cuando no pasa la micro”.

-Hay un dato que llama la atención en Chilescopio y es que queremos parecernos a Estados Unidos. ¿Hay algún hecho que explique esto?
“Primero, llama la atención que a los últimos que nos queremos parecer es a nuestros vecinos, los sudamericanos. No me atrevería a hablar de nacionalismo, pero si algo de chauvinismo. Quizás. EE.UU. tiene que ver con la igualdad de oportunidades, o sea, son países en los que uno cree, al menos, que el sueño americano se cumple y todos tienen las mismas oportunidades”.

-El estudio refleja que nuestras características negativas van en aumento; o sea, más chilenos creen que somos desconfiados, abusadores, sumisos. ¿Hay pesimismo?
“No diría que es pesimismo, diría que es sensación de abuso que va creciendo. Y no es que uno se sienta abusador, sino que los chilenos son abusadores.
“El mejor reflejo de esto es lo que recoge el estudio sobre las marcas; cuando se pregunta qué es lo que se espera de ellas, lo que se contesta es que cumplan con lo que prometen y ofrecen. O sea, que cuando se compra una aspiradora ésta aspire. Se espera lo mínimo y por eso, la sensación es ‘me están fregando’. El concepto de la letra chica los tiene hastiado, porque todo lo que entendí no era así.
“El concepto de tongo tiene que dejar de tener presencia en la vida social chilena”.

-Este estudio dice que somos solidarios, pero en hechos concretos. ¿Cómo se debe entender esto?
“Sí, lo somos pero sólo en campañas específicas como la Teletón o el terremoto, solidario con apellido, pero no hay una actitud ni visión permanente de la solidaridad como un elemento clave de la construcción de la sociedad. O sea, nos agrupamos para sacar la ciclovía, pero porque me sirve en lo personal.
“Es decir, nos estamos organizando, pero desde una perspectiva del beneficio particular”.

-¿Este estudio revela que no estamos bien?
“Esto demuestra que los indicadores económicos no satisfacen a las personas y su vida; es mejor no estar en recesión, tener crecimiento económico y tener bajo desempleo, pero las personas no sienten que eso sea garantía de bienestar; hay otros elementos que son más importantes como sentir que todos tienen las mismas posibilidades, que el más grande no abusa”.
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