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Mujer inspira a no identificarse con la apariencia y es éxito en internet

Le dijeron que era un monstruo, incluso que le hiciera un favor al mundo y se matara. Pero Lizzie Velázquez supo doblegar la negatividad que la rodeaba y hoy enseña cómo usó las burlas y miradas hirientes en una escalera para alcanzar sus metas.

17 de Enero de 2014 | 15:08 | Emol
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Facebook Lizzie Velásquez
“Por mucho tiempo creí que lo que me definía era mi apariencia (…) Pensaba que yo era asquerosa. Odiaba despertar por las mañanas, ir al colegio, mirarme al espejo y pensar si podría borrar este síndrome”. Las palabras son de Lizzie Velásquez, una mujer de Texas, EE.UU., describiendo a grandes rasgos cómo fue crecer entre las burlas de su entorno.

Lizzie nació con un extraño síndrome que apenas afecta a dos personas en el mundo en la actualidad. No tiene tejido adiposo y, en sus propias palabras, simplemente no puede subir de peso, por lo que a lo largo de los 24 años de vida que tiene, jamás ha superado los 29 kilos. Es por esto que debe alimentarse constantemente.

No solo eso. A los 4 años comenzó a perder la visión de su ojo derecho, por el que hoy, afirma, no ve absolutamente nada. “He tenido una vida muy difícil, pero está bien”, explicó ella en una charla motivacional, cuyo video ha sido furor en internet, durante los últimos días.

Allí, el relato de Lizzie es conmovedor. Tras explicar que ya el haber nacido fue un milagro –los doctores le decían a su familia que no podría hablar ni caminar por sí misma-, más allá del desgaste que tiene por su enfermedad, una de las cosas más difíciles que le ha tocado enfrentar es el bullying.

Sus padres, a quienes agradeció la fortaleza que le han inculcado, decidieron desde el comienzo criarla sin diferencias, por lo que en su primer encuentro varios de sus pares, en el primer día de colegio, en kínder, vivió lo que llamó “una bofetada de realidad para una niña de cinco años”.

“Entré a la sala con mi mochila, que parecía un caparazón de tortuga, porque era más grande que yo, y caminé hacia una pequeña niña. Le sonreí, y ella me miró como si yo fuera un monstruo, como si fuera la cosa más aterradora que ella había visto en su vida”, recordó Lizzie.

La mujer explicó que luego llegó a su casa a preguntarle a sus papás que qué tenía de malo, que nadie se quería juntar con ella. “Ellos me sentaron y me dijeron: ‘Lizzie, lo único que es diferente en ti, es que eres más pequeña que los otros niños. Tienes este síndrome, pero eso no va a definir quién eres. Anda al colegio, levanta tu cabeza y sonríe. Sigue siendo tú misma, y las personas verán que eres igual a ellas’”.

Pero por más que siguió los consejos de sus papás, las cosas no mejoraron y a medida que crecía, las experiencias fueron más crueles. Tanto, que siendo adolescente, alguien subió un video de apenas unos segundos, sin sonido, y solo con su imagen, bajo el título de “la mujer más fea del mundo”.

La reproducción fue vista cerca de 4 millones de veces y fue acompañada de miles de comentarios. Entre ellos, uno que recuerda hasta la actualidad la propia protagonista: “Lizzie, por favor, hazle un favor al mundo y pon una pistola en tu cabeza y mátate”.

Lloró hasta más no poder, pero ese episodio gatilló una nueva forma de ver las cosas en su cabeza. “Me di cuenta que mi vida está en mis manos. Podía (vivirla) realmente bien o muy mal. (Que) podía ser agradecida y abrir mis ojos, y darme cuenta de las cosas que sí tengo, y hacer que esas fueran las que me definían”, explicó.

“¿Qué los define? ¿Quiénes son ustedes?”, preguntó a una audiencia emocionada con su historia. “Mi vida fue puesta en mis manos, al igual que sus vidas en sus manos. Ustedes son las personas en el asiento delantero de sus autos; ustedes deciden si ir por un buen o mal camino. Ustedes son quien decide qué los define”, continuó.

Según explicó, se ha preocupado de ver el vaso medio lleno de su realidad, agradeciendo que aún puede ver por un ojo, y bromeando que cuando no quiere ver a alguien, basta que le dé el lado derecho de su rostro para que desaparezca de su vista.

 Pero sobre todo, comentó, ella prefiere definirse por las metas que con esfuerzo ha logrado cruzar, como escribir un libro –lleva dos publicados y un tercero por salir al mercado-, su carrera dando charlas motivacionales, sus estudios –acaba de graduarse de la universidad-, y su aún pendiente sueño de formar su propia familia.

“La mejor manera que tengo para responderle a esa gente que se burló de mí, que me molestó, que me llamó fea, monstruo, es hacer de mí una mejor persona y decirles, ¿saben qué? Díganme esas cosas negativas. Yo las daré vuelta y las usaré como escaleras para llegar a mis metas (…) Uso su negatividad para prender mi fuego para seguir. Usen eso”, aconsejó Lizzie a los asistentes. “Les garantizo que ganarán”.
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