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Sórdido caso demuestra que las historias de madres sustitutas no siempre terminan bien

Leanne Stanford aceptó gestar y dar a luz a la hija de su madre y su padrastro. Sin embargo, el vínculo que creó con la niña fue tan fuerte, que prefirió quedarse con ella y, de paso, provocar un quiebre familiar.

30 de Mayo de 2014 | 15:18 | Emol
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http://www.mirror.co.uk/
Las historias que aparecen en la prensa sobre madres sustitutas por lo general tienen un final feliz. Un ejemplo es la de Naomi Armitage, quien luego de que un cáncer de cuello de útero redujera sus posibilidades de quedar embarazada, logró convertirse en madre gracias a la ayuda de su vecina.

Sin embargo, un sórdido caso publicado la semana pasada por los periódicos ingleses, demostró que a pesar de las buenas intenciones, a veces puede ocurrir algo inesperado. La protagonista de la historia es Leanne Stanford, una joven de 26 años que hizo un insólito pacto con Judith y Mark, su madre y su padrastro respectivamente, luego de que la pareja perdiera al hijo que esperaban.

Todo ocurrió en octubre de 2011 en el estacionamiento de la morgue de un hospital de Newcastle, luego de que la familia se despidiera de Braydon, quien había sido concebido por fertilización in vitro y abortado en forma espontánea.

"Al salir de la capilla después de decirle adiós a Braydon nos quedamos en el estacionamiento y yo no podía soportar las lágrimas de mi mamá. Le dije 'si quieres intentar de nuevo te ayudaré, seré una sustituta si tú quieres que lo sea'", relató Leanne al "Daily Mirror".

A pesar de que la mujer reconoció que la propuesta que le hizo a su madre estuvo motivada por la emoción del momento, aseguró que era sincera, y que realmente quería ayudarla. La pareja lo pensó durante dos meses y en la Navidad le dijeron que aceptaban, pero había un detalle: uno de los gametos no sería aportado por Judith, sino que el óvulo sería de Leanne.

Así, empezaron a hacerle un seguimiento a su ciclo de fertilidad y se dieron cuenta de que a comienzos de febrero de 2012 tenía altas posibilidades de concebir. Entonces se realizó un procedimiento de fertilización asistida casero, utilizando una jeringa que contenía el semen de su padrastro, y quedó embarazada en el primer intento. "Casi no podía creerlo", dijo.

Leanne puso el test con resultado positivo en una caja y se lo regaló a su madre, quien estaba muy emocionada. De ahí en adelante, la familia siguió unida preparando la llegada del bebé.

Quiebre familiar

Pero todo cambió en julio de 2012 cuando Judith y su marido pagaron por una ecografía 4D que revelaría el sexo de la criatura. "Cuando nos dijeron que era una niña, sentí un primer instinto de amor maternal y en ese momento una pequeña duda comenzó a aparecer, pero la hice a un lado", explicó.

Sin embargo, a medida que las semanas avanzaban Leanne empezó a recordar que la infancia con su madre no había sido tan feliz, por lo que se convenció de que la niña que esperaba estaría mejor con ella que con Judith.

"Era un dilema terrible y sabía que al final no podría entregársela a mi madre", confesó. Por esto recurrió a un abogado que redactó una carta para Judith, en la que le explicaba que su hija había cambiado de opinión respecto al acuerdo al que habían llegado y que se quedaría con el bebé.
Lógicamente, Judith intentó convencer a su hija y le suplicó que lo reconsiderara, pero Leanne ya lo tenía decidido.

Mollie nació el 15 de noviembre y durante sus primeras semanas de vida fue visitada por Judith y Mark, pero con el tiempo la relación empezó a ponerse muy tensa, hasta que finalmente se rompió.

Y aunque Leanne no quiere ni a su madre ni a su padrastro cerca de Mollie, está convencida de que la pareja debe pagar por la mantención de la niña, por lo que recurrió a la Agencia de Protección de la Infancia para que Mark le entregue una pensión mensual.

"Tengo los intereses de mi hija en mi corazón y debo asegurarme de que sean apropiadamente atendidos", sostuvo Leanne, quien agregó: "Esto ha causado una separación entre mi madre y yo que nunca será curada (…) Pero cada vez que veo a mi pequeña niña y siento esa oleada de amor por ella, sé que tomé la decisión correcta".
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