¿Qué es lo primero que piensas cuando te cuentan que a una mujer la acosaron en la calle con piropos demasiado subidos de tono? Seguro lo que de inmediato se te viene a la mente es la pregunta "¿pero qué llevaba puesto?", suponiendo que la afectada vestía una falda muy corta o una polera excesivamente escotada.
Sin embargo, la mayoría de las veces no es así, tal como lo ha demostrado Kati Heng en su página en Tumblr
"But what she was wearing?", donde las mujeres que han sido víctimas de esta práctica publican fotos en las que aparecen con la tenida que llevaban puesta cuando fueron acosadas.
"Vestía una polera sin mangas y pantalones de buzo mientras estaba en la lavandería con una amiga y mis dos hijos pequeños. Un hombre entró fumando y comenzó a decirme 'oye nena' y 'te ves tan bien'. Nos sentimos incómodas, así que tomamos a los niños y nos fuimos al auto. El sujeto nos siguió y me preguntaba a gritos a dónde iba", cuenta Miranda Etters, quien agradece que existan espacios para relatar este tipo de experiencias porque -dice- "no somos carne y nadie debe hacer que una mujer se sienta como eso".
Así son muchos los testimonios acompañados de fotografías que han sido publicados en la página en Tumblr, la cual fue inspirada por la propia experiencia de su creadora. "Un par de días antes de que la lanzara, fui acosada dos veces en un fin de semana. La primera vez vestía shorts y una polera suelta, y caminaba con mi novio cuando un tipo le gritó desde su auto 'hey, quiero acostarme con tu novia'. Fue realmente molesto porque yo ya ni siquiera era el objeto del acoso, sino que sólo un objeto para que los hombres compitan", contó Kati a Buzzfeed.
Según la creadora, algo interesante que ha dejado al descubierto su página es que las niñas menores de 18 años son las más afectadas por el acoso. ¿La razón? Regresan a sus casas desde el colegio vistiendo sus uniformes escolares.
Y aunque la iniciativa de esta mujer ha sido ampliamente respaldada y no deja de recibir diariamente nuevos testimonios, ella reconoce que un inconveniente es que la mayoría de las mujeres que han publicado sus fotografías son blancas.
"Eso es lo que más me molesta (…) Tal vez hay un par de publicaciones de mujeres de color, pero no es una representación totalmente exacta. Si este proyecto va a tener éxito, necesitaré más que rubias", afirmó.
La idea de Kati se suma a varias otras implementadas por mujeres para manifestar su oposición al acoso callejero. Caroline Tompkins, por ejemplo, es la autora del proyecto fotográfico
"Hey Baby", en el cual toma imágenes de sus acosadores y luego las sube a internet, todo con el objetivo de que los hombres piensen dos veces antes de decirles algo a las mujeres en la calle.
Otra iniciativa es la que llevó a cabo Shoshana B. Roberts, quien con una cámara oculta
grabó un video que deja en evidencia el constante hostigamiento que sufren las mujeres cuando caminan por la calle. Durante 10 horas, la actriz circuló por Nueva York y pasó por 100 instancias de acoso verbal, además de innumerables guiños y silbidos. Incluso debió soportar a un hombre que durante cinco minutos caminó a su lado sin decir una palabra.
Y Chile tampoco se ha quedado atrás. En noviembre de 2013 cuatro amigas sociólogas se aburrieron de esta práctica y crearon el
Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), el cual tienen como objetivo visibilizar esta práctica "como una forma de violencia de género".
Esta organización sin fines de lucro ya lleva varios meses trabajando -su página en
Facebook tiene más de 33 mil seguidores- y esta semana lanzaron su primera campaña, #AcosoEsViolencia, cuya idea principal es que todas las personas merecen vivir el espacio público en igualdad e incentiva a que quienes sufran o presencien estas prácticas, lo denuncien a Carabineros, PDI o la Fiscalía.
