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Pablo Rojas

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Tiene 46 años y ha sido minero toda su vida. Al momento del derrumbe se desempañaba como perforador.

Le dicen “Cañita” y es primo de Víctor Segovia y Esteban Rojas, quienes también estuvieron atrapados en la mina.

Aunque sea difícil de entender, hace algunos meses decidió volver a trabajar en el sector minero.

"Vuelvo a la mina", confesó con decisión el minero "19". "Vuelvo, porque es el trabajo de mi vida", explicó a El Mercurio. Vuelve pese al temor de su familia y las pesadillas que aún lo persiguen en sus sueños.

Rojas explicó que tras el rescate no pudo conseguir un trabajo estable.

"Tengo 47 años y no tengo cuarto medio, quién me va a contratar así", relata.

Pablo Rojas siempre intentó ocultar los riesgos de su profesión. "Nunca me dijo nada. Él me contaba que los riesgos eran escasos por los avances de la tecnología, pero tengo claro que lo decía para dejarme tranquila a mí y mi hija", relató su esposa en los días en que el trabajador se encontraba atrapado.