"Para
ver y tocar" (sólo en Arica)
El
tema de la denominada 'noche caliente' realmente no preocupa en demasía
a los ariqueños. El mismo alcalde de Arica, Carlos Valcarce,
dice que ha escuchado sobre el desenfreno, pero como no ha generado
problemas no ha sido visto con mayor detención. "Espero
juntarme con los dueños de las discoteques para conversar este
tema. Tenemos que hablarlo con los empresarios de manera que el accionar
de las discos tenga un cierto toque más conservador en cuanto
al espectáculo en sí mismo. Es decir no llegar a un desnudo
total".
Desde que la show-woman de 'Morandé con Compañía',
Marlen Olivari, fue fotografiada en el momento en que su ajustada 'mini'
evidenciaba que no usaba ropa interior, la noche nortina pasó
a ser llamativa. Se habló de el carrete hot del norte, del desenfreno,
del sexo, de la deshinibición.
Tanto así que las mismas discoteques vieron ese tipo de show,
animados por figuras de la televisión o vedettes, como una real
opción para atraer más clientes. De la animación
sensual y los juegos atrevidos se pasó a lo erótico y,
en algunos casos, derechamente pornográfico.
Por
ejemplo, hace poco tiempo la prensa ariqueña dio cuenta de show
triple X en la discoteque Sunset, donde el desnudo dejó de ser
el punto cúlmine de la presentación. Desde hace un año,
y en un intento por salvar una disco amenazada por la baja afluencia
de público, Eduardo Zarzán, su dueño, se atrevió
a probar con desfiles en ropa interior, primero, y con vedettes después.
"De a poco fueron sucediendo cosas, en los mismos show o concursos,
el público se subía al escenario, se iban sacando la ropa
(…) y a la gente le comenzó a gustar, había comentarios
positivos", explica el propio Zarzán.
Quienes han ido a un martes 'hot' de la Sunset cuentan que pocas veces
el show queda sólo en desnudos. En más de una ocasión
los vedettes (mujeres y hombres) invitan a personas del público
a subir al escenario y, dependiendo del ánimo de éstos,
un sensual baile puede terminar en contacto físico y sexual.
Los tickets de ingreso que se reparten gratuitamente en distintos puntos
de la ciudad le hacen referencia: "Hot night hot. Donde se puede
ver y tocar".
Sin embargo, que eso suceda todas las noches dista de la realidad y
más aún que se catalogue a la noche nortina como muy hot.
Del cabaret a la discoteque
Hoy todas las discoteques deben tener patente de cabaret. Eso
les permite funcionar entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana,
además de expender bebidas alcohólicas. Sin embargo, se
ha hecho común en estos recintos reeditar show que han dado fama
a reales club nocturnos.
Es lo que pasa en Antofagasta donde las noches también han sido
fuente de noticias con shows subidos de tono, como las clásicas
poleras mojadas; o con concursos que rayan con lo erótico, como
el de Carla Ballero reventando globos.
Si
bien "El Sótano" ha sido la disco testigo algunas presentaciones
subidas de tono, resulta fácil comprobar que cuando no hay una
figura conocida animando, la noche transcurre como cualquier otra en
cualquier establecimiento que ofrezca buena música y alcohol.
Se organizan concursos como el baile más sensual, donde desinhibidas
mujeres suben a mover sus caderas con un caribeño al ritmo del
"Colaless", mientras que los muchachos se acercan al escenario
para ser “bendecidos” con más de un trago de tequila
o whisky gratis.
"Acá
el carrete es fuerte sólo cuando vienen minas conocidas como
las del Team Barón Rojo, o alguna vedette que hace su show y
concursos", me cuenta un asiduo concurrente a la más top
de las discos antofagastinas.
Y
es en esas ocasiones cuando se habla de carrete heavy, ya que pagando
entradas que no superan los cinco mil pesos (y a veces más barato
o gratis para las mujeres) se pueden ver presentaciones que en los clubes
nocturnos se ofrecen por una cantidad considerablemente superior. El
Topsy Night Club, por ejemplo, es uno de los más famosos cabarets
de Antofagasta. Pero no cualquiera lo conoce por dentro. Una bebida
cuesta 4 mil pesos; las botellas de pisco, 40 mil; y un Jack Daniel’s,
90 mil.
"La
discoteque mató al night club" dice con un dejo de decepción
Daniel Vega, productor de espectáculos del Topsy. Reclama que
en las discos se ofrecen shows similares, aunque con un nivel de espectáculo
más bajo. Pero como es barato, más gente acude a verlos.
Pero
ni en Antofagasta ni en Arica pasa nada tan hot. Da la sensación
de que el tema llama más la atención en la capital que
en las ciudades nortinas. En Arica la juventud esgrime con orgullo el
nombre de sus discoteques, aunque para ellos el tema de lo 'hot' sea
ver algo que pasa en cualquier night club o en las mismas pantallas
de televisión, inundadas con bailes eróticos de modelos
en bikini. Para que hablar de Iquique, donde el carrete es muy bueno,
con buen ambiente y discos, pero ajenos absolutamente al desenfreno
que se cree. En vez de incitar a 'ver y tocar', como rezan los slogans
del carrete ariqueño, en Iquique invitan a gozar de "un
ambiente grato de respeto y cariño".
Texto:
Felipe Gálvez
T.
Fotos: Francisco Manríquez y Felipe Gálvez T.
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