Futura reina de España:
Letizia Ortiz, una mujer sin límites

Por Beatriz Silva
El Mercurio, sábado 22 de mayo de 2004

En poco tiempo, la ex periodista adoptó aires de princesa.

BARCELONA.- Faltan sólo algunos segundos para que todas las cámaras capten su imagen. Letizia Ortiz se estira, respira profundo y sale a escena con aplomo.

"Usa la misma técnica que antes utilizaba para hacer un directo en televisión. Ha mejorado mucho últimamente. Se ve más natural y espontánea. ¿Te das cuenta que ya no gesticula tanto cuando habla?", comenta un ex compañero de Letizia Ortiz de Televisión Española (TVE).

Él y otros 500 reporteros están cubriendo la inauguración del Forum de las Culturas en Barcelona y como faltan sólo unos días para la boda, la novia es el centro de todas las miradas.

Consciente de ello, Letizia Ortiz mantiene con los reyes y el príncipe Felipe las distancias protocolarias. Trata que las cámaras capten su rostro desde el ángulo más fotogénico -jamás de perfil- y se arregla el cabello con la mano. Se ve segura y relajada. Incluso se mueve con desparpajo en su traje de chaqueta color rojo geranio que hace imposible que pase inadvertida entre los tres mil asistentes.

"Letizia es una persona que sabe exactamente lo que quiere y cómo conseguirlo. Estoy seguro de que lo hará de maravilla, porque es perfeccionista y muy profesional. Nació para ser princesa", comenta a este diario otro de los periodistas que cubren el evento y que trabajó con ella hasta hace dos años.

Todos los que la conocen coinciden en que es una mujer "que pisa fuerte". Esto, a pesar de los altísimos tacones que se ve obligada a usar para "recortar" distancias entre su 1,68 y el 1,97 del príncipe Felipe.

Segura, decidida, ambiciosa, perfeccionista, con un carácter fuerte y metas bien definidas en la vida son los calificativos que más se repiten entre los que intentan describir a la ex periodista de 31 años.

Lo dice su amiga mexicana Olimpia Nájera, en cuya casa Letizia vivió seis meses cuando estuvo en México en 1996, y lo corrobora el periodista José Infante, compañero de la joven en Televisión Española y autor de un libro sobre la monarquía española.

"Puede parecer negativo decir que es una persona de las que quieren llegar a lo más alto, pero esto puede servirle para su nuevo papel. Creo que reúne los requisitos que los españoles pedían a la novia del príncipe: que fuera española, una joven normal y no una princesa, y también que fuera culta y preparada", dice José Infante.

Sus compañeros de Televisión Española hablan de una persona trabajadora, inteligente, tenaz y con "una cabeza bien amueblada". Su ex jefe, Alfredo Urdaci, llegó a decir incluso que era "la mejor periodista española de los últimos 20 años".

Largas horas de entrenamiento y lecciones intensas de protocolo han permitido crear una nueva Letizia, que en sus últimas apariciones ofrece una imagen mucho más comedida, como se espera de una princesa consorte.

Lejos han quedado episodios como la pedida de mano en que apareció ante las cámaras haciendo callar al príncipe. Ahora se comporta con discreción y opta por el silencio, aunque dicen que lee todo lo que se escribe de ella y que no le gustan nada las críticas.

Dominio de cámaras

"Creo que Letizia Ortiz ha sido acogida como una perfecta princesa de nuestros días. Es divorciada y no es aristócrata, pero eso refleja que es una mujer de su tiempo", asegura Elisabeth Nash del diario británico "The Independent". Ella y otros observadores europeos creen que el dominio de las cámaras será su mejor herramienta.

No todos, sin embargo, son cumplidos. Algunos españoles siguen viéndola con malos ojos porque habrían deseado algo más que una divorciada, nieta de un taxista, para el príncipe.

En el canal de noticias CNN plus, donde trabajó hasta el 2000, conservan una mala imagen de la periodista. Vanidosa, calculadora, obsesionada por la imagen y arribista son sólo algunos defectos que le atribuyen. También dicen que es anoréxica. "En la universidad no llamaba la atención por nada, ni por guapa ni por estudiosa", agrega Emma Pérez, una de sus ex amigas de la Universidad Complutense.

¿Cuál es la verdadera cara de Letizia Ortiz?

Probablemente nunca se conocerá. La férrea autocensura que practica la prensa española evita que se hable mal de la familia real por la idea de que eso ataca la identidad democrática del país.

Sólo un columnista, Jaime Peñafiel, ha osado criticar a Letizia Ortiz y la propia afectada lo reprendió por ello. "Me dijo que cuando quisiera publicar algo, llamara a la Casa Real para contrastar", dice Peñafiel, que reconoce que no le gustó nada que le llamara la atención.

Hoy, después de la ceremonia en la catedral de La Almudena, empieza una nueva vida para la presentadora de televisión que hace realidad el mito de Cenicienta. Una vida que empezará "pisando fuerte", no con un zapato de cristal, sino con unos tacones de 15 centímetros. Ya se sabe, para "recortar" distancias con el novio.