| | | | | | | |
 | |||||||||
| |||||||||
 |
|
Matrimonio
real: Un ex coronel usó su traje de gala para ingresar a la catedral de la Almudena, sin que nadie le exigiera invitación.
El matrimonio entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz tiene mucho de cuento de hadas, pero mucho también de renuncias, en especial para la, ahora, princesa de Asturias. Al igual que las miles de parejas que se casan anualmente en España, los novios quisieron -de mutuo acuerdo- firmar ante un notario sus capitulaciones matrimoniales. El pacto trata, fundamentalmente, sobre la economía de la pareja, pero también prevé la posibilidad de una disolución del vínculo y la situación en la que quedaría Letizia luego de tan desastroso desenlace. El diario "ABC" explica en su página web que si los príncipes de Asturias se divorciaran, Letizia no sólo perdería su título, sino que también la custodia de sus hijos, quienes quedarían a cargo de su padre, Felipe, por ser Infantes de España. De esta manera, la educación y formación de los niños sería decisión de la Corona. Además, Letizia no podría vivir en la lujosa residencia que comparte desde el sábado con el príncipe Felipe y que fue especialmente construida para el heredero de la Corona. Ubicada cerca del Palacio de La Zarzuela, y rodeada por grandes jardines, la "Casa del Príncipe" es una lujosa mansión de 3.150 metros cuadrados, que costó al Estado 4,2 millones de euros (unos 5 millones de dólares). Tan sólo el dormitorio principal es, con sus 110 metros cuadrados, más grande que el departamento que se había comprado Letizia en el barrio de Valdebernardo. En sus cuatro plantas, la residencia oficial de los príncipes de Asturias tiene once dormitorios, nueve baños, seis cuartos de servicio, tres salas de estar, una sala de espera, cuatro despachos, dos salas de audiencia, dos de consejo, un comedor, una terraza y una cocina de 200 m cuadrados. La casa en la que el príncipe vivió casi dos años solo -exceptuando el personal, claro- fue diseñada pensando en que un día el heredero se casaría y tendría descendencia, entre dos y cuatro hijos, como él mismo anunció el día de la pedida de mano. Pero, por el momento, la casa no será ocupada por los príncipes hasta su regreso de la luna de miel. Ayer, los recién casados dejaron Madrid -que ya había sufrido el saqueo de quienes querían un recuerdo de los escenarios de la boda - para iniciar en Cuenca (al este) su recorrido por varias ciudades de España. Primer viaje Un portavoz de la Casa del Rey informó que el matrimonio quiere visitar puntos de interés artístico y cultural. Felipe y Letizia interrumpirán su luna de miel el 26 de mayo para viajar a Jordania, donde asistirán -al día siguiente- a la celebración del matrimonio del príncipe heredero de ese país, Hamzah Bin Al Hussein. A su regreso a España,
proseguirán la luna de miel por ciudades cuyos nombres no serán
revelados con antelación.
|
