Matrimonio real en España:
Intruso logró burlar las extremas medidas de seguridad de la boda

El Mercurio, martes 25 de mayo de 2004

Un ex coronel usó su traje de gala para ingresar a la catedral de la Almudena, sin que nadie le exigiera invitación.

El coronel Amadeo Martínez Inglés (foto de archivo) comprobó que era posible ingresar al lugar del matrimonio sin tener invitación. Foto:ASSOCIATED PRESS

A pesar de todos los resguardos, se supo que un intruso se coló en la catedral de la Almudena minutos antes de iniciarse el pasado sábado la boda del príncipe de Asturias y Letizia Ortiz.

Se trata del polémico coronel en retiro Amadeo Martínez Inglés, quien fue absuelto recientemente de una denuncia del Ministerio de Defensa por acudir de uniforme a una manifestación contra la guerra en Irak.

Martínez Inglés admitió ayer al diario "El País" que consiguió acceder al templo, ataviado con su uniforme de gala de coronel del Ejército de Tierra, sin invitación y sin que nadie le exigiera identificarse. Según su testimonio, llevaba oculto bajo la guerrera un revólver Astra calibre 22.

Martínez salió a las 10.05 de su hotel y fue "directamente" a la catedral. Según su relato, pasó "hasta seis controles policiales", un recorrido en el que demoró entre seis y ocho minutos y en el que los agentes lo trataron "de manera muy educada".

Fuentes de la Casa Real indicaron que sus servicios de seguridad lo detectaron hacia las 10.30, cuando ya se encontraban dentro casi todos los invitados y se esperaba la llegada de la familia real. Después de que se comprobó que no tenía invitación, se lo instó salir.

Martínez Inglés sostiene que deambuló casi 10 minutos por el interior de la catedral antes de ser expulsado. Su propósito, explicó, era demostrar que podía sortear todos los controles de seguridad sin más invitación que su uniforme.

El militar explicó que con su "hazaña" quería "denunciar las fallas" y que no lo motivó un "afán de protagonismo". Según él, si hubiese sido así entonces se hubiera "abierto la guerrera" y hubiese aparecido "una pistola entre reyes y princesas".

En el cinturón del pantalón, oculto bajo la guerrera, dijo que llevaba un revólver marca Astra calibre 22, que utiliza para su defensa personal. Sostuvo que no tuvo que pasar bajo ningún arco detector de metales.

Los 1.700 invitados al enlace sí tuvieron que pasar dicho arco y someterse a un registro, pero no a la entrada de la catedral, sino antes de subir a los buses que los llevaron desde la carpa ubicada en el paseo de Camoens, donde debían exhibir la tarjeta electrónica que servía de invitación.

Ajenos de toda contingencia, Felipe y Letizia continuaron ayer su luna de miel. Por la tarde arribaron a la localidad de Albarracín, Teruel, antes de trasladarse a Zaragoza, donde harán una visita a la Virgen de El Pilar.

Por la mañana en Cuenca, los flamantes esposos vestidos de sport salieron del Parador Nacional de Cuenca, en medio de los flashes y la expectación de unas 200 personas congregadas en los alrededores para ver a la pareja.

Tras recibir aclamaciones y vivas y saludar a los curiosos, los príncipes de Asturias se dirigieron al Puente de San Pablo, ubicado sobre la hoz del Huécar, que Don Felipe y Doña Letizia cruzaron solos y donde se detuvieron para hacerse unas fotos con las famosas Casas Colgadas como fondo.

La noche del domingo, la pareja cenó en uno de los comedores del restaurante "Mesón Casas Colgadas", ante la sorpresa e incluso la incredulidad de las personas que estaban en el lugar.

Algunos de los comensales reconocieron que llegaron a pensar que eran unos dobles, ya que no podían creerse que se iban a encontrar con los príncipes de Asturias en una ciudad tan apartada de sus lugares de origen, aunque una vez superada la sorpresa aprovecharon para tomarse fotografías con ellos y pedirles sendos autógrafos.

"Gente fantástica"

La directora del "Mesón Casas Colgadas", Mercedes Torres, contó que la presencia de los príncipes de Asturias fue una sorpresa para todos, ya que nadie en el restaurante sabía que la reserva que se había hecho era para miembros de la Casa Real.

Algunas de las personas que pudieron acercarse a la pareja destacaron la sencillez y la amabilidad que mostraron ambos, al igual que lo hizo Mercedes Torres, quien los calificó como "gente fantástica".

La directora del restaurante también contó que fue Doña Letizia Ortiz quien escogió el lugar para cenar y que tenía muy claro algunos de los platos que quería probar, todos ellos muy típicos de la cocina local.

Como atención de la casa, el chef del restaurante les preparó un postre que estaba compuesto por corazones de queso tierno manchego con membrillo y miel de La Alcarria, corazones de fresón, estrellas de piña natural y un árbol de mango.

Los príncipes de Asturias acompañaron la comida con un vino de la provincia de Cuenca, que era el recomendado por el restaurante, y finalizaron la velada bebiendo un tradicional licor llamado "resolí".


Molestia iraní por invitación

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Kamal Jarrazi, pospuso su visita a Madrid, donde se entrevistaría con su colega Miguel Ángel Moratinos en protesta por la decisión de España de invitar al hijo y la viuda del ex Sha de Irán a la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz.

"Eso es lo que ha dicho la embajada iraní", dijo una fuente diplomática, cuando se le preguntó si las invitaciones a la boda del hijo y viuda del pro occidental Sha Mohammed Reza Pahlevi habían causado el inesperado aplazamiento.

El Sha Mohamed Reza Pahlevi fue expulsado durante la Revolución Islámica de 1979 y murió un año después.

Un portavoz de la embajada iraní en Madrid dijo que Jarrazi ha pospuesto su visita a España una o dos semanas, pero declinó aportar una razón.

Al preguntarle sobre el tema, Moratinos dijo que España quería buenas relaciones con Irán, pero que el rey tenía el derecho a invitar a quien quisiera.

GASTOS

LOS VESTIDOS de la familia de doña Letizia fueron costeados por la casa real, según se supo ayer a través de sitio ElConfidencial.com.