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Jaime
Jiménez y Cristián Pareto: Ambos eran diputados
de la Democracia Cristiana (DC), partido del cual fueron expulsados.
Se encuentran en una crítica situación en términos
políticos y judiciales, luego de que Iván Sánchez,
amigo personal y socio de Carlos Filippi, confesara que ambos fueron
"coimeados" con 20 millones de pesos por el empresario
para que develaran las irregularidades generadas en la adjudicación
de la planta de revisión técnica en Rancagua.
Asimismo, fueron
denunciados por el concesionario Alejandro Denham de haberle ofrecido
garantías para obtener plantas de revisión técnica
a cambio de una "contribución mensual", acusación
en la que también está involucrado su colega del Partido
Radical Social Demócrata (PRSD) Eduardo Lagos.
Al respecto,
los parlamentarios han explicado que el objetivo de su ofrecimiento
era tenderle una trampa al concesionario en virtud de su rol fiscalizador.
El 8 de noviembre
de 2002, el magistrado Carlos Aránguiz solicitó a
la Corte de Apelaciones de Rancagua el desafuero de Jiménez,
Pareto y Lagos. Asimismo, pidió al tribunal de alzada despachar
una orden de arraigo en contra de los parlamentarios.
La solicitud
del juez fue unánimemente acogida por el pleno del tribunal
de alzada de la VI Región, el 26 de noviembre del mismo año.
De esta manera, Jiménez y Pareto fueron desaforados por dos
ilícitos: solicitar pagos al empresario Carlos Filippi para
influir en la reapertura de su planta y pedir dádivas al
plantero Alejandro Denham.
En tanto, el
diputado Lagos -cuyos derechos de militante en el PRSD fueron suspendidos-
fue privado de su fuero por haber participado en la reunión
donde se le pidió una "contribución" al
plantero Denham. Es el único sobre quien la Corte admite
una duda, aunque fue el gestor de la cita.
Sin embargo,
el 14 de enero de 2003 y luego de que la defensa de los diputados
apelara, el pleno de ministros de la Corte Suprema confirmó
la resolución de la Corte rancagüina sobre su desafuero.
En el caso del paralamentario radical, los magistraron ratificaron
su privación de inmunidad parlamentaria por 9 votos contra
7. En tanto, la situación de Jiménez y Pareto fue
confirmada por unanimidad en el caso del primer delito (Caso Filippi),
y por 9 votos contra 7 en el caso del segundo (Caso Denham).
El proceso continuó
el 06 de febrero, cuando después de tomar una semana de vacaciones,
el ministro Aránguiz citó a Lagos, Pareto y Jiménez,
además de los otros involucrados en el caso, para realizar
diversas diligencias con el objetivo de aclarar algunos aspectos
de la causa. La tensa jornada concluyó con la detención
de Pareto y Jiménez por cohecho y soborno. Dos días
después los parlamentarios fueron sometidos a proceso por
los mismos delitos.
Pareto y Jiménez
permanecieron diez días recluidos en el anexo cárcel
Capuchinos de Santiago. El 18 de febrero y debido al agotamiento
de las diligencias pendientes en el caso, ambos diputados fueron
puestos en libertad bajo fianza, previo pago de un millón
de pesos cada uno.
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