¿Presidente
conocido o por conocer?
George W. Bush, el republicano en busca de su segundo mandato
Por
Karla Zapata Sasso
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El
hombre más poderoso del mundo, que casi le debe su cargo al Tribunal
Supremo Federal, se encuentra desarrollando una ardua campaña
que le permita gozar de un nuevo periodo en la Casa Blanca. Bush, cada
vez que la oportunidad se lo permite, denuncia las múltiples
contradicciones- a su juicio-, de su contrincante John Kerry, representante
del Partido Demócrata.
Los norteamericanos y el mundo han tenido más de tres años
para conocer a Bush, oriundo de Connecticut, en su gestión presidencial.
Los habitantes de Texas, estado donde Bush fue criado, llevan ventaja
en el conocimiento de la labor política del actual Presidente,
ya que fue su gobernador durante seis años.
Pero al fin de cuentas, este 2 de noviembre, serán los electores
quienes definirán si están satisfechos con su mandato
o quieren un cambio.
Este
hombre de acción, que se ha convertido en el segundo hijo de
Presidente en gobernar esa nación -el primero fue John Quincy
Adams, hijo de John Adams-, se ha fijado como objetivo, tras el atentado
del 11 de septiembre, liberar a Estados Unidos y al mundo del terrorismo,
llevando incluso el país a la guerra. Además, generó
un déficit fiscal histórico en los Estados Unidos.
En su ferviente lucha contra el terrorismo, Bush no trepidó en
invadir Afganistán e Irak. Casi con la misma rapidez tuvo que
enfrentar los escándalos acerca de las torturas ejercidas por
las tropas estadounidenses a los prisioneros iraquíes. Ante estos
hechos, Bush no dudó en otorgar todo su apoyo al Secretario de
Defensa, Donald Rumsfeld, el cual aplicó toda su habilidad propagandística
para pedir disculpas por sus errores.
Sin duda, la vida de George W. Bush ha tenido grandes vueltas. El hombre
que muchos definen como una mezcla de mediocridad intelectual e irresponsabilidad
política, proviene de una familia aristocrática de Massachussets
que acrecentó su fortuna gracias a Wall Street y hoy disfruta
de sus ganancias en la industria petrolera.
Bush se ha paseado por las facetas de joven rebelde, que paulatinamente
lo llevó a la afición al alcohol, de la que se rehabilitó
en 1986, a grandes sospechas de haber sido consumidor de drogas. También
ha sido arrestado por hurtos y por conducir ebrio. Sin duda, es un historial
que a su familia no le agradó, en especial porque tampoco se
vislumbraba en él a un hombre con mucho intelecto: contaba con
un insuficiente expediente académico, se graduó sin honores,
y fue prácticamente gracias a las influencias de su padre que
pudo ingresar a Yale, dicen sus detractores.
En su otra fase, la que sus seguidores destacan, el candidato republicano
fue empresario y político exitoso.
Sus
estudios los realizó en la Escuela Preparatoria Phillips de Andover.
En 1964 se matriculó en Yale, universidad de la que se retiró
en 1968, con una licenciatura en Historia, para alistarse en la Guardia
Nacional del Aire de Texas. A pesar de ser calificado como piloto de
combate, no fue enviado a la guerra de Vietnam, ya que Bush padre se
encargó de no exponerlo a los peligros del país comunista.
De esta manera, realizó todo su servicio militar en Texas. Pero
no fue hasta 1975 que consiguió en Harvard un máster en
Administración de Empresas, y desde entonces inició su
función como empresario petrolero. Su mayor éxito empresarial
lo alcanzó en 1989 con la compra del equipo de béisbol
"Texas Rangers", del cual se benefició con un gran
rendimiento económico, y donde se desempeñó como
socio director hasta que fue elegido gobernador por Texas el 8 de noviembre
de 1994.
A
los treinta años, en 1977, George W. Bush contrajo matrimonio
con la bibliotecaria y profesora Laura Welch Bush, con quien tiene dos
hijas mellizas, nacidas en 1981: Barbara y Jenna.
Laura es un gran pilar en la vida de Bush. Es más, siempre que
habla de ella, tal como lo hizo en el último debate realizado
en Arizona, emana todo su carisma, característica que ha sido
fundamental en su gobierno y campaña. Utilizando como recurso
su gran llegada con la gente, se da las licencias de ironizar acerca
de su mal inglés y su poca facilidad para ser entendido, al contrario
de su esposa a quien, tal como resalta Bus, sí se le entiende
lo que dice, aludiendo de esta forma a uno de sus más singulares
defectos.
La prensa estadounidense ha comprobado, sobre todo en las últimas
participaciones junto a su contrincante del Partido Demócrata,
que Bush no tiene gran facilidad para enunciar argumentos sólidos,
flaquea en el manejo de las cifras y lo que mejor hace es atacar. Pero
todo el panorama cambia cuando tiene que dirigirse a la gente. Bush
es popular y la cercanía lo eleva a su mejor expresión,
restándole puntos a un distante Kerry.
La
primera tentativa política de Bush fue en 1978, cuando intentó
conseguir un lugar en la Cámara de Representantes, por el distrito
que incluía a Midland, Texas Oeste, pero no tuvo éxito.
Sin duda, la carrera de este republicano despega en su gestión
como gobernador, siendo incluso reelegido con un 70% de los votos.
El
gran arrastre obtenido dentro de su partido lo establece como candidato
presidencial en el 2000, y comienza a competir con Al Gore. Muchos subestimaron
el real peso que podía tener Bush, sobre todo después
de su funesta participación en una entrevista televisiva acerca
de política internacional.
En ella George W. Bush no logró responder los nombres de los
dirigentes de India, Pakistán, Taiwán y la república
rusa de Chechenia, confundió Eslovenia y Eslovaquia, al hablar
de los habitantes de Grecia los llamó "grecianos" y
"kosovarianos" a los de Kosovo. Otra confusión, mucho
peor, fue decir que los talibanes eran el grupo de rock más grande
de Estados Unidos.
A
pesar de todo, le ganó el sillón presidencial a Bill Clinton,
el mismo demócrata que sacó a su padre de la Casa Blanca.
Clinton le entregó a Bush un superávit fiscal con saldo
acumulado de 537 mil millones de dólares. Finalmente, Bush juró
el 20 de enero del 2001, como el 43er. Presidente de Estados Unidos.
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