Bush
y sus hombres para liderar Estados Unidos
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Richard
Cheney |
Vicepresidente
Richard Cheney
La encarnación de la experiencia
Un firme liderazgo y la condición de fiel representante del conservadurismo
republicano son las características que destacan en el compañero
de formula del Presidente Bush.
Más
de tres décadas avalan la labor del actual Vicepresidente de
Estados Unidos, nacido en 1941 en Nebraska. Licenciado en Ciencias Políticas
de la Universidad de Wyoming, participó en los gobiernos de Nixon,
Ford, Bush padre, y desde el 2000 con George W. Bush. Su vasta trayectoria
favorece a este hombre de gran experiencia política y empresarial.
Cheney, ex empresario de la industria energética, es uno de los
grandes pilares de la administración Bush.
Los escándalos en los que se ha visto expuesto en torno a la
compañía Halliburton, de la cual fue director, han ido
agrietando su imagen hasta el punto de poner en duda, unos meses atrás,
su candidatura a la Vicepresidencia. En ese momento, se consideró
que le restaba puntos a la imagen de Bush.
A Cheney se le culpó por beneficiarse con los millones de dólares
que Halliburton ha generado por la reconstrucción de Irak, ya
que la compañía recibió más dinero del que
le correspondía.
Desde 1969, Cheney comenzó a forjar su carrera en Washington
paseándose, en diferentes años, como asesor del Presidente
y jefe del gabinete. En 1977 ingresó a la Cámara de Representantes
por Wyoming, donde sus resultados fueron muy gratificantes, por lo que
estuvo en el cargo durante seis periodos.
En
recompensa por su desempeño como secretario de Defensa en la
Guerra del Golfo, bajo el gobierno de Bush padre, se le otorgó
el 3 de julio de 1991 la Medalla Presidencial de Libertad.
Cheney,
quien no se ha dejado tentar por ambiciones presidenciales, prefiriendo
manejarse en los pasillos de la Casa Blanca como el cerebro detrás
de Bush, se casó con su novia de la secundaria Lynne Ann Vincent,
en 1964, con la que tiene dos hijas, Elizabeth y Mary, las que le han
entregado tres nietas.
Experto
en Defensa:
Donald Rumsfeld, el más duro de los halcones
El
actual Secretario de Defensa de EEUU, definido por Bush como un hombre
poseedor de un gran juicio y visión firme, tiene sobre sus hombros
el desempeño que más preocupa a los habitantes norteamericanos:
la seguridad nacional.
La
cabeza del Pentágono se estrenó en la política
en 1957 como ayudante administrativo de un congresista de Ohio, pero
esa labor fue sólo un peldaño que lo ayudaría a
conseguir su meta: obtener un lugar en el Congreso. En 1962, con treinta
años de edad, este licenciado de la Universidad de Princeton
se convirtió en congresista republicano por Illinois.
Desde entonces no ha descansado en su carrera de cargos públicos.
Ha sido miembro del Gabinete, ayudante del Presidente, director de la
Oficina de Oportunidad Económica de la Casa Blanca, consejero
del Presidente, director del Programa de Estabilización Económica,
embajador de los Estados Unidos en la OTAN, secretario de la Presidencia
y Secretario de Defensa.
Trabajó
para los gobiernos de Nixon, Ford, Reagan y Bush. Fue aviador naval,
entre 1954 y 1957, y también el Secretario de Defensa más
joven de la nación norteamericana bajo el gobierno de Gerald
Ford. Hoy, a sus 68 años y siendo el hombre detrás de
las invasiones a Afganistán e Irak, se vio enfrentado a la alarmante
noticia sobre las torturas realizadas por las Fuerzas Armadas estadounidenses
a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, cercana
a Bagdad, problema que afectó su imagen severamente. Por lo anterior,
Rumsfeld debió pedir disculpas y asumir sus errores.
Rumsfeld
fue uno de los fervientes propulsores por derrocar a Saddam Husseim,
luego del ataque del 11 de septiembre, pero no hay que olvidar que fue
él quien en los años ochenta, bajo el mandato de Reagan,
le brindó todo su apoyo al ex líder iraquí en la
guerra contra Irán.
Sin duda, la labor desempeñada en el tema Irak, característica
de la administración Bush, ha generado un gran debate -sobre
todo luego de que Rumsfeld confirmara que existían en el país
árabe armas de destrucción masiva, las que jamás
fueron encontradas-, y ha puesto en duda su real capacidad.
Stephen
Friedman, clave en economía
¿Quién
dice que bajar los impuestos no es una buena medida para mantener el
apoyo de la población? Indudablemente, esa medida es atractiva
para muchos norteamericanos. Stephen Friedman es el responsable de aconsejar
a George W. Bush, para que las nuevas medidas económicas impuestas
en el país tengan una atractiva repercusión en las próximas
elecciones de Estados Unidos.
Este abogado de 64 años, que sustituyó a Lawrence Lindsey
en 2002, adquiriendo la función de jefe del Consejo de Asesores
Económicos, tiene como principal función lograr un mejor
entendimiento con la Bolsa de New York, Wall Street. Para ejecutar esta
tarea, lo respalda su vasta experiencia en los mercados financieros
como miembro de importantes compañías de inversiones.
El
trío Donaldson, Show y Friedman
El
equipo económico de Bush, elegido en diciembre del 2002, está
conformado por John Show, Secretario de Estado del Tesoro, William Donaldson,
presidente de la Comisión del Mercado de Valores (SEC) y Stephen
Friedman como consejero económico del Presidente. Estos tres
hombres son los principales actores encargados en recuperar la credibilidad
y liderazgo de la política económica de Estados Unidos.
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