Un año de gobierno ciudadano:
Los pros y contras de un nuevo estilo de hacer política

La cercanía y el carisma de la Presidenta han marcado su manera de gobernar durante estos doce meses. Sin embargo, lo que en un comienzo le rindió grandes dividendos, hoy es criticado por muchos sectores que ven a una Mandataria sin autoridad para gobernar y alejada de los partidos.



Gobierno ciudadano es la manera como ha sido denominado el estilo de Michelle Bachelet, la primera mujer Presidenta en la historia de Chile que este 11 de marzo cumple un año en La Moneda.

Pese a que en algunas entrevistas ella misma ha preferido no llamarle de esa manera, la cercanía con la gente en cada una de sus actividades le ha valido tal apelativo a su gestión y, según opinan algunos analistas, ha sido el gobierno ciudadano el que la ha mantenido relativamente firme en las encuestas.

Durante estos doce meses no ha habido oportunidad en la que la Presidenta no aprovechara de saludar o conversar con alguna de las personas que se le acercaban para comentarle sus necesidades y tampoco ha habido niño que se salve del saludo presidencial, pues esta actitud se repite a la hora de graficar la forma en que Michelle Bachelet se relaciona con los chilenos.



Momentos en los que la cercanía, la sensibilidad y el carisma de la Presidenta han quedado en evidencia fueron muchos durante este año. Su participación en los funerales de las víctimas de la tragedia de Cañete, donde murió más de una decena de músicos de la banda del Ejército o su presencia en el primer aniversario de la tragedia militar de Antuco han mostrado su cercanía con el chileno común y corriente.

Bachelet tiene empatía con la gente y eso se nota. Y no sólo con el ciudadano, sino también con artistas y deportistas que durante el 2006 desfilaron en masa por el palacio de Gobierno para tener una audiencia con la Presidenta.

La lista de visitantes "ilustres" a La Moneda es larga: la colombiana Shakira y los españoles Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat encabezan la lista de estrellas del espectáculo que durante este año pasearon por la casa presidencial; mientras que las "Rojitas" –selección chilena de Hockey Patín que se llevó el 2006 el título mundial de la especialidad-, o el motociclista, Francisco "Chaleco" López, son algunas de las figuras del deporte que Bachelet recibió el 2006.

¿Arma de doble filo?
Pero esa personalidad, que en un principio parecía una ventaja de la Mandataria, hoy ha generado ciertas opiniones encontradas. En varias ocasiones, sus críticos han señalado que la Mandataria tiene un deficiente manejo estratégico, que está demasiado "blindada" por sus colaboradores más cercanos e incluso que no cuenta con la personalidad necesaria para conducir un país.

La base de esta teoría puede estar en las innumerables ocasiones en que los medios de comunicación la han aguardado luego de las actividades para conocer su opinión respecto a temas de la contingencia, pero estos requerimientos no siempre son atendidos por la Gobernante que prefiere entregar su parecer por medio de discursos.

A dicho estilo se suma la autonomía de los partidos, lo que evidentemente, choca con los formatos tradicionales y genera descoordinación y confrontación con los partidos, o al menos con algunas de las figuras más emblemáticas.

Y todo lo anterior parece estar pasándole la cuenta. En el último sondeo de opinión (Adimark) difundido antes de las vacaciones de Bachelet, en el cual la Presidenta presentó una estrepitosa caída en la aprobación ciudadana (de 54,3% en diciembre a un 47,2% en enero)

Al parecer, el blindaje no fue suficiente a la hora de enfrentar crisis tan fuertes como los escándalos de corrupción que afloraron durante los últimos días de 2006 y que aún persisten. Dejar todo en manos de los ministros y las comisiones asoma como una estrategia negativa para enfrentar lo que ha sido denominado como el último año de Gobierno, pues en 2008 y 2009 reaparecerán los escenarios electorales.

Con todo, este año y luego de unas reponedoras vacaciones, la Presidenta de la República tiene varios desafíos por delante: Educación, Previsión y Transportes, entre otros, son temas que marcarán la pauta y, según cómo la Mandataria los enfrente, será aplaudida o criticada por quien constituye su mayor preocupación: el ciudadano.