![]() |
Cecilia
Pérez, ministra del Sernam El mundo del trabajo: un desafío para la mujer Para Cecilia Pérez es un hecho evidente que las mujeres quieren, cada día más, ser parte de la masa laboral y, más aún, ocupar nichos de mercado que hasta hace algunos años sólo estaban en manos masculinas porque había una brecha de género en el área educacional. “Hoy tenemos más mujeres matriculadas en carreras vinculadas a las finanzas, de ingeniería, de economía, en carreras técnicas y profesionales”, explica. Agrega que la legislación ha ido abriendo también espacios. Hasta el año 2001 la norma prohibía que las mujeres trabajaran en faenas mineras, situación que cambió cuando se reformó el Código del Trabajo y se estableció que no podía haber discriminación por sexo en el empleo. Con énfasis, la secretaria de Estado sostiene que para el Sernam el tema del trabajo de la mujer es muy importante, “primero, porque creemos que el trabajo remunerado es un derecho específico de las mujeres y luego, porque el país necesita que las mujeres estén masivamente formando parte del mercado laboral”. - ¿Cómo es evaluado Chile en materia de trabajo femenino? “Hoy, la competitividad de los países considera valores sobre cuánto participan las mujeres en el mercado laboral y cuánto se ha sido capaz de disminuir las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el trabajo, entre ellas, la salarial. “Así miden a Chile en un ranking de competitividad todos los años y siempre sacamos las peores notas cuando nos evalúan tasa de participación femenina y brecha salarial. Por eso digo que no es un mero asunto de reivindicación específica y de género. “Hay un supuesto consenso en la necesidad que tiene el país de definir cómo la sociedad en su conjunto, el Estado, la empresa y la familia se organizan distinto a lo históricamente tradicional de manera que hayan condiciones virtuosas para todos. No sólo le otorgamos valor social al rol que la mujer cumple en la familia, sino que le estamos asignando valor a una función distinta, complementaria, como es que tenga un trabajo remunerado. Tenemos que hacer algo para conciliar y equilibrar ambos valores”. - ¿Y qué es lo que a su juicio se debe hacer? “El tema es cómo reestibamos la carga, porque lo que ha pasado es que la mujer ha transitado de su espacio privado y doméstico al público, aportando al desarrollo de país y de su familia sin un correlato. Lo primero, es facilitar ese tránsito de la mujer y reequilibrarlo. “No digo que haya que reemplazar roles, digo que hay que conciliar mejor; entender que la crianza de los hijos, la maternidad y paternidad es una responsabilidad siempre compartida, que van a haber siempre roles propios a la identidad de ser madre y ser padre. Si ese es un valor compartido por la sociedad, tenemos que generar condiciones para que ello ocurra”. - ¿Cuáles son esas condiciones? “El camino es legislar para promover eso. En este tiempo hemos ido mejorando la legislación que hay en materia de protección a la maternidad, pero tenemos que ampliar el concepto de cuidado infantil, tenemos que ampliar el concepto de los usuarios de la legislación, en algún minuto tenemos que pensar en que los beneficiarios son las madres y también son los padres. “Una cultura empresarial moderna va más allá de la ley en sus políticas de recursos humanos y considera que trabajadores y trabajadoras son su factor de producción, pero también son personas integrales que llevan a la empresa sus preocupaciones familiares”. - ¿Y qué está haciendo el Estado para conseguir ese avance? “Nosotros creemos que una de las cosas que hay que hacer es ampliar la oferta pública y el apoyo y promoción a la oferta privada de modalidades diversas de cuidado infantil. La prioridad que puso el Presidente es en los más pobres y la meta es duplicar la cobertura preescolar en los dos primeros quintiles. Pero aún así no se resuelven los problemas materiales y simbólicos de todas las mujeres que están trabajando o que pretenden ir a trabajar. “Esa fórmula de cuidado infantil es para que efectivamente las mujeres tengan condiciones mejores, de más tranquilidad, de más seguridad para salir a su trabajo. El 95% de las mujeres que tienen hijos salen con una tremenda mochila a cuestas cual es la culpa y la preocupación, al menos. Entonces, si somos capaces como sociedad de alivianar esa carga y de entender que los hijos son un compromiso de todos, van a cambiar estas cosas”. - ¿Cómo estamos en comparación con países desarrollados? “Estamos de la mitad para abajo. Lo que pasa es que hace dos años Chile se comparaba con países en vías de desarrollo, países emergentes y ahí estábamos más o menos top, pero desde 2003 Chile comienza a medirse con países desarrollados o más que emergentes y ahí estamos de la mitad para abajo en los ranking (en el número 16 de 28). Dentro de las debilidades que Chile presenta en esa evaluación era la baja tasa de participación laboral femenina (36%) y la alta brecha salarial (30%)”. |
x cerrar ventana |