Biografías

 

 

 

Pamela Anderson

La cuna la hizo famosa. Pamela Denise Anderson, nació en Ladysmith, una isla de Vancouver, el 1 de julio de 1967, justo el día del aniversario patrio de Canadá. Como fue la primera guagua de ese día fue designada “el bebé centenario” y los medios locales le dedicaron varios reportajes.

 

Hija de un fontanero, Barry Anderson, y una camarera, Carol, tuvo una infancia bastante normal en la pequeña localidad de Comox, donde se trasladaron, junto a su hermano 4 años menor, Gerry, a vivir a los pocos años.

 

Aunque se padre era un bebedor problemático, que la golpeaba –y con ello la obligaba a refugiarse en la playa-, ella aseguró haber tenido una vida feliz. “Crecí viendo a mi padre abusar de mi madre. Solamente recuerdo unas pocas veces en las que llegó a la agresión física, pero ver como tu papá lastima a tu mamá es de lo más traumático", dijo en una oportunidad.

 

Su carrera de modelo fue tan prematura como ella. Un fotógrafo capturó su imagen cuando escuchaba la lectura de un cuento en una biblioteca comunal y su imagen pasó a adornar todas las bibliotecas de British Columbia.

 

Debido a su temprana popularidad, no fue muy querida por sus compañeras; por eso, se dedicó a la práctica deportiva destacando por su flexibilidad y habilidades para el voleibol. También le gustaba tocar el saxofón. A los 18 años, en 1985, se graduó sin mayores honores de Highland Secondary School. (Desde 1994 practica kárate).

 

En 1989 se trasladó a Vancouver y comenzó a trabajar como instructora de aeróbica. En eso estaba, cuando un amigo la invitó a ver un partido de la Liga de Fútbol de Canadá y se vistió con una ceñida polera con la marca de la cerveza Labatt en el pecho. Estando en las graderías, un camarógrafo la enfocó durante el intermedio y ella sonrió. El estadio se vino abajo aplaudiendo y el paso siguiente fue un contrato para anuncios publicitarios para la bebida alcohólica que la hizo conocida como “la chica azul”.

 

Un fotógrafo, Ken Honey, le sugirió enviar algunas imágenes a “Playboy” y en octubre de ese mismo año, la casa editorial le ofreció su primera sesión que concretó en 1990 y que dio como resultado que fuera elegida la “playmate” del mes de febrero y de ese año. El dueño del imperio de las conejitas, Hugh Hefner, la incluyó también, inmediatamente, en uno de sus videos.

 

Pamela Anderson se trasladó a vivir a Los Ángeles y la primera fuerte suma que recibió por posar para “Playboy” la utilizó en hacerse algunos retoques estéticos y agrandarse los senos.

Simultáneamente le comenzaron a ofrecer pequeños papeles en todo tipo de series de televisión. Apareció en  “Casados con hijos” donde pronunció sólo dos frases y en “Un chapuzas en casa”.