Gobierno

    Con la intervención militar del 11 de septiembre de 1973, en Chile comenzó un período de gobierno de 17 años asumido inicialmente por una Junta Militar que fue encabezada por el comandante en Jefe del Ejército, general Augusto Pinochet Ugarte, e integrada además por el comandante en Jefe de la Armada, almirante José Toribio Merino Castro; el comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, general del aire Gustavo Leigh Guzmán, y el director general de Carabineros, general César Mendoza Durán.

    La primera muestra de respaldo hacia el nuevo gobierno provino de la Corte Suprema, la que -representada por su presidente, Enrique Urrutia Manzano- recibió la visita de la Junta un día después del pronunciamiento.

    Por su parte, la Iglesia Católica sostuvo que le dolía la sangre de civiles y soldados que enrojecía las calles y pidió moderación frente a los vencidos y que no se aplicaran represalias.

    En tanto, los partidos políticos opositores a Salvador Allende -Nacional, Demócrata Cristiano, Social Demócrata, Democracia Radical- emitieron declaraciones de apoyo y justificación por la intervención. En la DC, doce militantes suscribieron un comunicado en sentido contrario, pero dejando constancia de la responsabilidad que le cabía a la Unidad Popular (UP) en el quiebre institucional.

    Restricción de libertades

    Tres fueron los objetivos más apremiamentes que se impusieron los militares: dotar al país de una nueva institucionalidad, recuperar la economía y, sobre todo, pacificar a Chile, terminando con la acción armada de grupos violentistas.

    Mediante bandos militares y decretos leyes, el gobierno comenzó a operar bajo normas de excepción que restringieron las libertades individuales de la población.

    Una vez decretados el Estado de Sitio y la Zona de Emergencia, se permitió la circulación de algunos periódicos, "El Mercurio" entre ellos, y el funcionamiento de Canal 13 y algunas radios, todos con censura previa.

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