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Entrevista
Verónica González >>
Andrés
Rodríguez: Vivencia de dos décadas
Cuando
hablamos del Teatro Municipal hablamos de 150 años de historia,
de grandes obras y artistas, de una parte de la memoria de nuestro país
que da cuenta de los vaivenes de quienes han dejado su huella en el
quehacer artístico nacional.
Entre ellos está Andrés Rodríguez. Han sido 22
años tras las puertas de este teatro. Dos décadas de trabajo,
primero como director ejecutivo, nombrado por el entonces alcalde Carlos
Bombal, y desde 1986 como director general del Teatro Municipal.
Al evocar lo que ha leído y escuchado sobre el Municipal, Rodríguez
aclara que "el Teatro nació básicamente como un teatro
para ópera, pero que durante muchos años sirvió
como centro de representaciones de compañías que venían
desde el extranjero, fundamentalmente compañías líricas.
Solamente durante la segunda mitad del siglo XX se crearon los cuerpos
estables del teatro: la orquesta, el ballet y el coro".
El coro profesional como tal tiene un poco más de 20 años,
el ballet va a cumplir 45 este año, y la orquesta está
cercana a los 40 ó 50 años.
"En muchas oportunidades las orquestas se armaban especialmente
para tocar aquí, incluso los coros tampoco fueron profesionales,
sino que se formaban para animar la temporada de ópera y cuando
terminaba se deshacían".
¿De qué manera trabajan estos cuerpos estables?
"El trabajo se organiza sobre la base de temporadas de conciertos,
ballet y ópera, con una cantidad fija de representaciones cada
una. A esto se ha ido agregando, en el último tiempo, el interés
de llevar el teatro a la mayor cantidad de gente posible a lo largo
de todo Chile".
¿Qué es lo más fuerte del Teatro, en cuanto
a público?
"El fuerte sigue siendo la ópera porque es lo que produce
mayores ingresos y también egresos; es lo que atrae más
público. De cada título se hacen entre 6 y 8 funciones
con doble elenco, y al año se dan 6 títulos".
"En ballet son 6 títulos que se repiten varias veces. Dos
funciones con elenco internacional, dos series del ballet nacional y
tres series del ballet para la familia. Además tenemos el ballet
joven".
"Los conciertos son 10 programas al año y estos se repiten
tres veces, dos que son abonos y el tercero que se llama abono joven,
donde el precio de las entradas está fuertemente subsidiado por
nosotros".
¿Cómo ha cambiado esto a través de los años?
"Los
teatros pasan por ciclos. Por ejemplo el Presidente Jorge Alessandri
era un gran fanático de la ópera, pero era una persona
muy austera y no quiso que alguien fuera a pensar que porque a él
le gustaba la ópera, se tenía que hacer buena ópera,
por lo tanto, durante esos años casi no hubo ópera en
el Municipal".
"En tiempos de Frei padre estaba la Corporación de Arte
Lírico quienes también hicieron ópera; se concentraron
en tres títulos al año lo que les dio muy buenos resultados
en cuanto a público. Eso después cambió con la
Unidad Popular".
"Si bien durante el Gobierno de Allende hubo ópera, por
razones presupuestarias, se vio muy reducida la temporada. Se hicieron
unas temporadas pequeñas, fundamentalmente con cantantes chilenos
más algunos refuerzos del extranjero".
"A mitad de los años 70, durante el Gobierno Militar, se
empezó a construir una temporada lírica, a cargo de la
Sociedad Chilena de Amigos de la Ópera, que funcionó bastante
bien hasta el año 81. Esto generó que la actividad volviera
a ser muy divulgada, atrayendo a mucha gente".
¿Cómo quedó el Teatro tras el gran incendio
y el terremoto del 1985?
"Con el incendio el teatro no se desplomó todo ya que
las estructuras se mantuvieron. El teatro tenía un foyer que
era más pequeño que el que hay ahora, pero tenía
una gigantesca escala que llevaba a los pisos de arriba".
"Posteriormente esa escala se reformó y se convirtió
en lo que hoy es la sala Arrau. Entonces si bien quedó menos
espacioso el foyer principal, se ganaron otros espacios. La primera
estructura fue mucho más barroca, tenía más decorado,
hoy la fachada es más neoclásica".
"Para el terremoto del 85 el teatro sufrió un problema en
la estructura de la sala, los pilares que sostienen la sala principal
sufrieron daños y eso se reparó introduciéndole
nuevos fierros".
¿Cómo se ha ido reacondicionando el Teatro con los
años?
"A lo largo del tiempo el teatro como edificio no se fue readecuando;
sí se fueron creando estas instituciones: la Orquesta Filarmónica;
el Ballet, que en su inicio era una compañía de ballet
de arte moderno y que con el tiempo se pasó a llamar Ballet del
Teatro Municipal y ahora Ballet de Santiago, y el Coro Profesional".
"El teatro como edificio, al no haberse reacondicionado tiene grandes
carencias: tiene carencias técnicas porque es un teatro que está
atrasado respecto de las nuevas técnicas de iluminación
y de escenario".
"Luego, el teatro tiene una carencia de espacio físico que
se solucionó parcialmente cuando el edificio de la antigua Intendencia
pasó a manos del teatro, donde quedó radicado el coro,
la escuela de ballet y el museo archivo, pero aún así
el teatro sigue siendo estrecho".
¿Qué pasa con la acústica?
"Hay que entender que el teatro está pensado para una
acústica óptima para ópera, no para los conciertos".
"Ahora esperamos hacer reformas estructurales que permitan tener
mejor acústica. Se trata de volver a abrir la embocadura del
escenario, de manera de tener más espacio. Estas modificaciones
debiéramos hacerlas a comienzos del año próximo".
¿Y en el tema seguridad?
"Aquí la única solución posible sería
reformar drásticamente el edificio para hacerle nuevas salidas
y eso puede dañar gravemente la acústica".
"El teatro tiene 5 salidas, y en caso de una emergencia…
bueno esperemos que no pase. El problema es que la gente tiene la tendencia
a salir por la puerta principal entonces ahí siempre se hace
taco, pero existen salidas laterales las que la gente usa poco. Al menos
este asunto está contemplado en el nuevo proyecto".
¿Cómo
director ejecutivo, primero, y como director general, después,
cuáles han sido los momentos más difíciles que
le ha tocado vivir?
"Durante
estos 22 años me han tocado muchos momentos difíciles.
Por ejemplo, el terremoto del año 85. En ese entonces hubo que
dejar el teatro, no se pudo ocupar durante tres meses y tuvimos que
hacer las actividades en otras salas. Por ejemplo, los conciertos se
hicieron en el ex teatro Gran Palace".
"Otro momento difícil han sido las dos huelgas que hemos
tenido. Han sido difíciles porque las huelgas en cualquier institución
producen un deterioro de las relaciones humanas se produce un ambiente
muy difícil de sobrellevar, muy tenso, donde ambas partes están
muy tensionadas y quedan muy heridas".
"Una de ellas fue muy larga, duró casi dos meses hace ya
4 años. El teatro siguió funcionando, pero hubo mucha
gente que estaba en la calle, gente que no podía entrar al teatro".
Pero sería poco honesto si no digo que también han habido
muchísimos momentos de gran satisfacción. Grandes presentaciones,
las giras del ballet, del coro o de la orquesta.
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