El piloto argentino Alejandro Patronelli.
EFE
BUENOS AIRES.- Es raro, por no decirlo casi irreal no ver en el logo del Rally Dakar 2016 escrito el nombre de Chile. Es que por primera vez desde que la prueba se corre en Sudamérica que nuestro país no será parte de la carrera más extrema del planeta.
Y más allá de los lamentos de la organización por no contar con uno de los países que le dio vida a la competencia en el continente, son los mismos pilotos quienes extrañan y lamentan la ausencia de Chile. Y no precisamente son corredores nacionales, sino que los argentinos quienes en el lanzamiento de la carrera en suelo trasandino casi exigieron el regreso del desierto de Atacama.
"Se va a notar mucho la ausencia de Chile, de su desierto y las temperaturas saludables. Se pierde la arena, la navegación, esa bajada espectacular en Iquique con una vista panorámica maravillosa", dice Alejandro Patronelli.
Su hermano, Marcos, aporta más. "Es demasiado lo que se pierde sin Chile. A todos los pilotos nos gusta mucho su terreno. Yo por ejemplo me sentía mejor en Chile que en Argentina y claro que se pierde parte del corazón del Dakar. En Argentina hay desierto, pero no tan grande como en Chile".
Otro competidor trasandino, Daniel Mazzucco, también siente que el Dakar ya no será el mismo. “es muy duro que no esté Chile y no sólo por la prueba, también por los pilotos del país que no pudieron correr porque faltaba auspicio al no pasar la carrera por ahí".
Además, coincide en que se "pierde parte del corazón de la carrera. Su territorio tiene características distintas, el desierto, la navegación y eso no lo vamos a tener".
Por su parte los organizadores de la competencia aclararon que ya han iniciado algunas conversaciones con el Gobierno en específico con la ministra Natalia Riffo para que el 2017 el Dakar vuelva a Chile, pero por el momento no se ha avanzado mucho.
El Dakar 2016 partirá el 3 de enero y hasta el 16 del mismo mes, pasando por primera vez sólo por Argentina y Bolivia, con partida en Buenos Aires y llegada en Rosario en una versión en la que según el director deportivo de la carrera, Marc Coma, se busca que "de verdad sea la prueba más extrema del mundo que enfoque resistencia, navegación y conocimiento mecánico. Por primera vez desde 1998 habrá una etapa sin asistencia en un parque cerrado", explicó el aún campeón vigente de las motos.