Es una de las jugadas más recordadas en la historia de las Copas del Mundo. Ocurrió en la apretada final de Sudáfrica 2010. El partido entre España y Países Bajos estaba 0-0. El neerlandés Nigel De Jong fue a buscar el balón a la mitad de cancha, pero levantó la pierna derecha como si fuese un karateca y le dio una tremenda patada en el pecho a Xabi Alonso. Increíblemente, el por entonces futbolista del Manchester City no fue expulsado.
"Estaba en mi punto ciego y no le vi. Solo quería jugar el balón y disputarlo. No esperaba que me echaran porque obviamente fue un desafortunado incidente. Tuve suerte porque el árbitro era inglés y alcé mis manos inmediatamente para que me diera el beneficio de la duda. Tuvo mucha más atención de todos porque sucedió en un Mundial. Tal vez algún día Xabi y yo nos veamos, nos tomemos una cerveza y nos riamos", declaró años después en la revista Four Four Two.
De Jong es hijo de un ex jugador y se formó en la cantera del Ajax. Muchos lo llaman "carnicero", otros lo comparan con los perros de raza terrier. Él se ha quejado en entrevistas por la imagen que se tiene de él. "Piensan que soy un criminal de guerra", apuntó.
Poco después de la patada a Xabi Alonso, le provocó una fractura a Hatem Ben Arfa en un duelo Manchester City vs Newcastle. Debido a eso lo apartaron de la lista de la selección por un tiempo.
"Esa fue una triste entrada. Por desgracia le rompí la rodilla pero nunca tuve la intención de golpearlo. Nadie me cree cuando lo digo", afirmó.
Luego de su paso por Manchester City, se fue al Milan de Italia. No jugó lo que esperaba y fijó rumbo a Estados Unidos. Firmó por Los Angeles Galaxy. En la MLS recibió duras críticas por su agresividad en las entradas.
Volvió a Europa para fichar por el Galatasaray de Turquía y por el FSV Maguncia 05 de Alemania. En 2018 emigró Qatar. Primero jugó para el Al-Ahli y luego para el Al-Shahaniya. Se retiró en 2021 y actualmente es comentarista televisivo de la Premier League inglesa.
Pero De Jong no es solo fútbol. Se convirtió en un hombre de negocios. Levantó Continental Cars en Hamburgo, Alemania, y vende autos de lujo.
"Mi madre siempre decía 'el fútbol es sólo una parte de tu vida, tienes que desarrollarte más allá' y yo sentía que era vital para mí hacer algo por mí mismo que no estuviera relacionado con él. Además de ser jugador profesional, tenía el sueño de tener una empresa y cuando tuve el dinero y la experiencia, lo hice realidad", le dijo en una nota a The Sun.
La pasión por los autos viene de familia. Su abuelo fue uno de los CEOs de Ford en Países Bajos. El futbolista vio de cerca cómo se movía en el mundo de los negocios.
"Siempre era puntual, se aseguraba de que los pagos nunca se retrasaran, prestaba atención al servicio y daba un extra a los clientes, siempre se aseguraba de que la empresa y su familia fueran estables. le admiraba, y fuera del campo, quería ser como él. Además, creo que su profesionalidad es algo que también llevé conmigo como futbolista", afirmó.
Entre sus clientes, tiene a varios colegas. Mesut Özil, Kevin Prince Boateng, son algunos de ellos.