Cine

Verónica (Onetto) accidamentalmente golpea algo mientras conduce. Si bien todo indica que pudo ser un perro, Verónica se espanta ante la posibilidad de que sea un niño. Al pasar los días, comienza a sufrir problemas para recordar hasta los detalles más básicos de su vida, al punto de llegar a un estado de amnesia que de alguna forma podría ser una forma de olvidar lo que realmente sucedió en el accidente. Cuando parece retornar a la normalidad, una misteriosa coincidencia la devuelve a un estado de duda.

Con su tercer largometraje, la directora argentina Lucrecia Martel volvió a recibir el aplauso de la crítica de su país, que le dio el premio a la Mejor Dirección el 2009. La película además postuló a la Palma de Oro en Cannes y recibió el premio FIPRESCI en Río de Janeiro.