Francia rendirá el jueves en París un homenaje nacional al popular actor Jean-Paul Belmondo, cuyo fallecimiento ocurrido el lunes a los 88 años ocupó portadas en todo el mundo y recibió sentidas despedidas de intérpretes consagrados del séptimo arte.
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Es un día triste para la cultura. Un gran actor y un icono del cine francés y europeo nos dejó. Descansa en paz", tuiteó
Antonio Banderas, junto a una imagen de Belmondo en la icónica "A bout de souffle" ("Sin aliento", "Al filo de la escapada", 1960).
Este filme de Jean-Luc Godard, que dejó para la posteridad su imagen con un cigarrillo entre los labios como el seductor delincuente Michel Poiccard, lo lanzó al estrellato y lo confirmó como uno de los rostros de la Nouvelle Vague.
Con 80 filmes a sus espaldas, desde películas de acción a otras de cine de autor, "Bébel"
era una de las últimas estrellas populares y representante de una memorable generación, junto a Alain Delon y Brigitte Bardot.
"Pienso en él, lo amaba. Lo echo de menos y no quiero hablar más de ello,
el dolor más intenso es mudo", escribió en un comunicado enviado a la AFP
Bardot. El lunes,
Delon se dijo
"completamente devastado".
La presidencia francesa indicó este martes a la AFP la celebración el jueves de un homenaje nacional a Belmondo en el complejo de los Inválidos.
Los preparativos para el acto que será de carácter popular, se están haciendo en asociación con miembros de la familia del actor, al que el Presidente francés, Emmanuel Macron, condecoró en 2019 como gran oficial de la Legión de Honor.
"Era un tesoro nacional", "un héroe sublime y figura familiar, un temerario incansable y mago de la palabra", aseguró el lunes Macron, para quien los franceses se reconocían en el actor de rostro de boxeador.
El homenaje "será seguramente solemne porque así debe ser. Pero al mismo tiempo tenemos que aplaudir muy fuerte", dijo Jean Dujardin -Oscar al mejor actor por "The artist" en 2011- a la cadena BFMTV. "Perdemos a un guía", agregó.
"El feo más seductor"
Muestra de su fama en Francia, su imagen protagonizaba las portadas de los diarios nacionales y regionales, que despedían a "Le Magnifique" ("El magnífico") o "L'as des as" ("As de ases"), en recuerdo de los títulos de dos de sus películas más famosas, e incluso al "actor que amábamos".
"Aunque solo fuera cine, usted era un poco uno de los nuestros", tuiteó la Policía Nacional. Y más de 6,6 millones de franceses vieron las películas difundidas el lunes por la noche por televisión para recordarlo, según datos de Médiamétrie.
Belmondo "ha marcado a toda una serie de generaciones y seguirá marcándolas en el futuro", aseguró a la AFP Vincent Amiaux, un galerista de la capital francesa, para quien se marchó "uno de los últimos gigantes" del cine francés.
Fuera de Francia, la prensa internacional también rindió homenaje "al feo más seductor", según el diario argentino Clarín o al "seductor canalla" (El Mundo, España).
Nacido el 9 de abril de 1933 en Neuilly-sur-Seine, un suburbio acomodado de París, Belmondo se crió en una familia de artistas. Su padre, de origen italiano, era un reconocido escultor.
Belmondo actuó a las órdenes de los más reconocidos directores de la época, como Vittorio de Sica, François Truffaut, Claude Chabrol, Alain Resnais o Claude Lelouch, pero fue un encuentro con Godard, cuando no tenía aún 30 años, el que selló su destino.
Después vendría la emblemática "A bout de souffle" y toda una serie de éxitos como "L'homme de Rio" ("El Hombre de Río", 1964) de Philippe de Broca, "Pierrot le fou" ("Pierrot el loco", 1965) de Godard o "Itinéraire d'un enfant gâté" ("El imperio del león", 1988) de Lelouch, por el que ganó un César al mejor actor.
Sin embargo, un accidente cerebrovascular, en 2001, eclipsó su estrella y lo hizo desaparecer prácticamente de la pantalla. A principios de año, fue hospitalizado por un cansancio generalizado.