SANTIAGO.- El ex Primer Ministro y respetado estadista israelí, Shimon Peres, murió este miércoles, en Tel Aviv, a los 93 años de edad.
Peres había sido hospitalizado luego de que sufriera un accidente vascular y cerebral hace dos semanas, pese a que había mostrado una mejoría antes de un repentino deterioro de su condición.
La salud del último sobreviviente de la generación de los fundadores del Estado de Israel, empeoró este martes y se llamó a su familia para que se despidieran de él.
El ex Presidente del Estado de Israel ganó el Premio Nobel de la Paz en 1994 por su rol en las negociaciones de paz con los Palestinos un año antes. Lo compartió con el Primer Ministro Yitzhak Rabin y el líder palestino, Yasser Arafat.
Peres era un veterano de la política internacional, y un ferviente partidario de la paz que defendió hasta el último minuto el diálogo con los palestinos.
Dotado de un aura que Israel va a echar de menos, de acuerdo a sus biógrafos, había dejado la presidencia en 2014 y desde entonces ejercía como sabio, siempre presente en la escena internacional.
Presente en la escena política desde la creación del Estado de Israel en 1948, mostró una resiliencia a toda prueba.
Forjado por las derrotas, se imponía una dura disciplina y aseguraba que el secreto de su longevidad era el ejercicio diario, una dieta muy frugal y un vaso o dos de un buen vino.
"Todo el mundo come tres veces por día. Si comes tres veces te llenas de grasa. Pero si uno lee tres veces por día, uno se convierte en un sabio, es mejor ser sabio que graso", aconsejaba el líder en una entrevista concedida a la AFP en 2012, precisando que solo dormía 4 o 5 horas.
Desde que dejó la presidencia, ya siendo nonagenario, conservó su vivacidad y siguió viajando por el mundo, como un orador requerido en muchos foros mundiales.